Se suponía que el yacimiento localizado en la zona de Las Herrenes, en las cercanías de la población de Cilla, era un despoblado  medieval que tenía su origen en la repoblación de este lugar por los cristianos en su expansión hacia el sur. Recientes excavaciones han permitido descubrir que en realidad se trata de un poblado visigodo, con una cronología probable entre los siglos VII y VIII, y que permanece habitado a inicios de época altomedieval, durante la ocupación musulmana, entre los siglos IX al XI .Un nuevo impulso poblacional en el lugar se relaciona con la llegada de los repobladores definitivos y que pudo tener lugar en esta zona de la provincia de Ávila a finales del siglo XI. A este último momento pertenecería la aldea en la que se construyó la ermita de San Cristóbal.

EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO Y SU VISITA

En las Herrenes se advierten dos zonas con vestigios arqueológicos a ambas márgenes de la denominada Calzada Real. En varios trabajos de investigación se insiste en la estrecha relación de buena parte de las localidades abulenses medievales con las  antiguas vías pecuarias.

En el sector uno, a la izquierda de la referida Calzada trashumante, apreciamos en el terreno varios amontonamientos de piedras con un cráter central en su interior. Se trata de los derrumbes de las estructuras de habitación o de almacenaje de un antiguo poblado que estuvo, además, protegido por un cercado que lo circundaba.

Podemos visitar cinco estructuras excavadas y consolidadas. La primera, rectangular y de grandes dimensiones, no tiene compartimentaciones en su interior por lo que se supone que fue un espacio de almacenaje o quizás un lugar asociado a actividades metalúrgicas por su parecido con estructuras en las que se constata esta función descubiertas en yacimientos de la misma época.

Por su parte, la casa número cuatro tiene planta rectangular y en ella destaca una gran habitación central desde la que se distribuye el resto de las estancias. En una de las habitaciones aparecieron un conjunto de aperos de labranza de hierro entre los que se distinguen azadillas y azadas y que nos hablan de la dedicación de sus moradores a tareas agrícolas.

Junto a la casa número cinco se halla  una estructura de tipología excepcional en los yacimientos de esta época. Tiene planta circular y se piensa que puede ser un corral adosado a la vivienda, a semejanza de una tenada o palloza.

El otro sector del yacimiento, al sur de la cañada ganadera , ocupa la zona más elevada. Allí se ubicaba la aldea de “SantChristoval” de la que se tiene constancia en un documento de 1.250 .El caserío se extendería alrededor de una iglesia, hoy desaparecida, a la que pertenecen varias sepulturas de la necrópolis situada al exterior. Se advierten, talladas en los afloramientos graníticos, dos tumbas infantiles de forma rectangular. Igualmente corresponde a un enterramiento infantil un sarcófago de granito que se halló en las intervenciones arqueológicas y que se ha dispuesto en las proximidades de las tumbas mencionadas.  

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