La superficie interna de las cisternas aparece cubierta de opus signinum, un revestimiento compuesto de cal y ladrillos o tejas machacadas que servía de impermeabilizante. La estructura hidráulica aparece dividida longitudinalmente por un muro central de una anchura de 0,7 metros, perforado por tres vanos rematados en arco de medio punto que comunican ambas cámaras. Las cisternas alcanzan los 10,6 metros de longitud, una anchura de 3,7 metros y una altura total de 5,76 metros. Podían almacenar una cantidad considerable de agua, hasta 211 m³ en cada una de ellas.

Varios estudiosos identifican el Teso de Molacillos con Vicus Aquae la mansio romana mencionada en el Itinerario de Antonino que describe todas las vías del imperio y las localidades a ellas asociadas. La monumentalidad de las cisternas avalarían esta hipótesis, para la que también se argumenta que el destacamento militar protegería el comercio de mercancías por la Vía romana, conocida como vía de la Plata, que mandó construir Augusto entre Mérida y Astorga en el cambio de era. No todos los datos están a favor. Cabe recordar que el Itinerario de Antonino se escribe más de 200 años después de que el cerro se desocupara por los romanos.

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