Sin duda el vestigio más monumental del yacimiento de Castro Ventosa es la magnífica muralla de época Bajo Imperial Romana, comparable a las de León, Lugo, Astorga o Braga. La magnitud de esta estructura defensiva romana ha atraído la atención de diversos eruditos y viajeros que la mencionan desde el siglo XVIII.

La muralla, descubierta en todo su perímetro exterior,  conserva una longitud de 1.136 metros. Tiene 4 metros de ancho y 8 de alto y se refuerza con 15 torreones en su parte noroeste, la más accesible. Un camino atraviesa el recinto amurallado y en sus extremos se encuentran las puertas que daban paso a la ciudad romana. Flanqueadas por potentes bastiones se disponen al Este y Oeste y se las conoce como la Puerta de Sol y la Puerta del Viento. Su orientación estaría vinculadas a las dos calzadas romanas que conducían a la urbe. La Vía Augusta y Vía Nova que se encaminan respectivamente hacia el noroeste desde Asturica Augusta (Astorga) a Lucus Augusti (Lugo) y hacia el suroeste a Bracara Augusta (Braga).

Acerca de la importancia de todos estos núcleos de población en época tardorromana mencionaremos  que todas ellas se dotan de potentísimas murallas al mismo tiempo que Bergidum.

Tal coincidencia se explica por la presión de los bárbaros en las fronteras del Imperio que incluso habían irrumpido en territorios de varias provincias, incluida Hispania. Sin embargo, las invasiones no dieron lugar ni a grandes batallas ni a asedios prolongados de las ciudades romanas ya muy mermadas de población. Hoy justifican tan inmensas obras públicas coetáneas -la mayoría de las murallas tardorromanas se levantan casi al mismo tiempo y con los mismos modelos constructivos- a una iniciativa premeditada de los responsables del ejercito romano invirtiendo en estas obras gran parte del ya mermado erario público. Hay que recordar que algunos de los emperadores romanos de esta época procedían del ejercito.

Desde el pueblo de Pieros existe un camino  de acceso al castro y ya en éste podemos visitar el exterior del recinto amurallado siguiendo una senda acondicionada.

En Cacabelos podemos visitar el Museo ARqueológico de CAcabelos (M.AR.CA), que contiene una colección arqueológica recopilada en 1964 por el erudito local.

El edificio se construye en 1892 con el fin de destinarlo a bodega. A lo largo de los recintos expositivos se pueden contemplar los vestigios de la función de contenedor de vino que cumplió en el pasado, como el  lagar o los doce tinos del almacén.

En diferentes salas se explica la evolución del poblamiento en la zona, comenzando con la Sala de Prehistoria. Esta contiene información sobre los primeros vestigios de poblamiento, como las evidencias de materiales contemporáneos al homo Heidelbergensis halladas en las terrazas del río Cúa.

La Sala de los Astures y Romanos, desarrolla las claves de la vida cotidiana de estos pueblos y hace mención especial al yacimiento de Castro Ventosa.

En la Sala Edad Media y Moderna, se explica el nacimiento del núcleo de Cacabelos, cuya primera mención es de comienzos del siglo X y su notable expansión en época moderna, en la que alcanza una población de 1000 habitantes.

El museo también narra la Batalla de Cacabelos de 1809, que enfrentó a los ejércitos francés y británico. Ambos perseguían dominar el paso hacia Galicia y asegurarse de este modo el control de sus puertos marítimos.

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