En esta instalación se recorre la historia de esta comarca burgalesa desde el Mesozoico hasta la Edad Media, pasando por la Prehistoria y el mundo romano, todo ello mediante ilustraciones, maquetas, dioramas, réplicas de esqueletos de dinosaurios, además, de piezas arqueológicas y paleontológicas originales.

La primera  parte nos traslada a la Prehistoria y la historia de la comarca, con exposición de piezas originales, paneles y reconstrucciones de diferentes ambientes históricos. Por su parte, la sección de paleontología explora el mundo de los dinosaurios. Son muy numerosos los fósiles expuestos y de extraordinario interés científico. Es sin duda una de las colecciones paleontológicas más completas de España. Su enorme interés reside, entre otras cosas, en que los restos fósiles pertenecen a especies muy populares, como los Diplodocus, o en que se contemplan cuantiosos  huesos originales, alguno de más de 8 metros de longitud, de dinosaurios cuyo registro fósil solo se ha hallado en este territorio burgalés. Hay, además, fósiles igualmente excepcionales en el registro paleontológico, por ejemplo, huevos, enteros y fragmentados. El museo también expone restos de otros animales que convivieron con los dinosaurios como  fósiles de cocodrilos, tortugas y peces que completan el repaso a la fauna mesozoica de la comarca de Salas. Del reino vegetal están presentes  troncos de helechos y fragmentos de coníferas, propios del clima subtropical que reinaba en la zona en el tiempo en que los dinosaurios dominaban esta región.

En la comarca de Salas hay una concentración inusual de  yacimientos de huellas de dinosaurio fosilizadas. Tienen en común que el origen de las huellas sucede en los fondos blandos de lagos y ríos de escasa profundidad por las que caminaron las diversas especies de dinosaurios durante cientos de millones de años. Se considera al yacimiento de Las Sereas como el más antiguo, pertenece a un momento de transición entre el Jurásico Superior y el Cretácico Inferior, hace 144 millones de años. Por su parte, el yacimiento de Costalomo, el de cronología más reciente, se atribuye al Cretácico Inferior, hace 125 millones de años.

Conserva 239 huellas, algunas pertenecientes a dinosaurios saurópodos, enormes herbívoros cuadrúpedos de cuello y cola larga. También se ha registrado una serie de huellas de pequeño tamaño que se atribuyen a pequeños dinosaurios carnívoros, posiblemente Dromeosauridos, que estarían cazando en los lagos  agrupados en manadas. Con todo, el rastro más significativo  del yacimiento, cubierto para garantizar su conservación, es el que agrupa doce huellas tridáctilas, que oscilan entre los 65 y 75 centímetros de longitud, pertenecientes a un enorme dinosaurio carnívoro denominado por sus investigadores «Atila». Es un dinosaurio gigante de más de 10 metros de longitud y cuatro metros de altura que poseía unas enormes garras.

Las huellas se rellenaron de barro cuando el animal iba caminando y el molde se mantuvo millones de años. Es el único ejemplo en el mundo de huellas de dinosaurio en 3D.

Se accede al enclave por una pista que nace a la izquierda de la carretera autonómica CL-117 que une Salas de los Infantes con Bidones (Soria). La desviación parte a la altura del kilómetro 4 desde Salas de los Infantes.

En Regumiel de la Sierra, junto al casco urbano hay cerca de un centenar de icnitas que corresponden mayoritariamente a iguanodontes de tamaño medio-grande. Los rastros son de animales bípedos. Junto a las huellas se ha instalado una reproducción de un iguanodon, un enorme dinosaurio herbívoro y tridáctilo, protagonista de las pisadas.

En Mambrillas de Lara, en un pequeño talud, al pie de la carretera que une Mambrillas con Campolara, a menos de 1 kilómetro de Mambrillas, aparecen 123 icnitas de dinosaurios.  Las huellas son de  especies herbívoras, como los saurópodos (grandes, rectangulares u ovaladas) y los ornitópodos (tridáctilas, anchas y con dedos gruesos y cortos). No faltan pisadas de grandes depredadores, como los  terópodos (tridáctilas, alargadas y con dedos delgados). En las inmediaciones de las huellas se ha instalado la reproducción de un gigantesco dinosaurio saurópodo. Lo saurópodos son los animales cuadrúpedos más grandes que han habitado la tierra y solían vivir y desplazarse en grupos familiares. Entre sus rasgos más característicos mencionaremos su  larguísimo cuello, la cabeza pequeña y una potente cola.

Situado en Quintanilla de Las Viñas, el terreno fue una laguna muy frecuentada por los dinosaurios. En las excavaciones realizadas en un reducido espacio se han estudiado un centenar de huellas de unos 144 millones de años, pertenecientes en la mayoría de los casos a saurópodos. Se documentan al menos dos rastros de estos gigantes herbívoros.

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