Villasabariego | León

CUEVAS
MENUDAS

Medieval

Se denomina Cuevas Menudas a unas cavidades artificiales que se localizan a más de 70 metros de altura sobre el llano en las cercanías del municipio leonés de Villasabariego.

 

En su origen las cavidades se distribuían en tres niveles, si bien han desaparecido en casi su totalidad las posibles cavidades de los niveles superior e inferior. Se conservan 17 cavidades excavadas en la roca de regulares dimensiones, hasta 2 metros de altura y una anchura similar. Eran tenidas por cuevas de época neolítica pero recientes estudios consideran que se trata de unos antiguos eremitorios altomedievales que se fecharían entre los siglos V al IX a.C. Las cuevas se han visto alteradas en el trascurso de los siglos, no obstante hay varias y significativas evidencias de su uso por los eremitas. En las paredes apreciamos cruces grabadas de diversa tipología, predominando las de cruz latina. Hay una oquedad en la que esculpe una cruz patada, aquella cruz cuyos brazos se estrechan al llegar al centro y se ensanchan en los extremos y que recibe este nombre por los brazos que asemejan patas. La cruz grabada se interpreta como un espacio de uso litúrgico destinado a una cruz portátil de la misma forma y dimensiones que la grabada. Igualmente distinguimos bancos corridos, oquedades en el suelo, posiblemente para el almacenamiento de alimentos, y posibles fosas de enterramientos de los monjes.

La mayor parte de las estancias serían las habitaciones de los monjes, a pesar de sus reducidas dimensiones. Un cuarto, claramente de mayor tamaño -tres metros de anchura, la misma altura y algo más de dos metros y medio de profundidad – , se piensa que fue el espacio en el que los antiguos monjes celebraban ciertas actividades colectivas, tal vez un comedor comunal.

LOCALIZACIÓN Y VISITA

Para acceder a las Cuevas Menudas hay que seguir la carretera nacional 601 desde Villamoros de Mansilla hacia Mansilla de las Mulas y tomar la desviación que conduce hasta el yacimiento arqueológico de Lancia. A poco menos de un kilómetro alcanzaremos el aparcamiento desde el que se inicia la senda hasta los eremitorios.

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