En el caso de la localidad de Villatoro se han recogido tres ejemplares de procedencia desconocida, ya muy desgastados por el tiempo, que actualmente es posible admirar en la plaza que se encuentra junto a la iglesia parroquial. Dos de ellos están en alto de cara al ayuntamiento, asomándose sobre la carretera de Ávila – Plasencia. Por su parte el tercero se sitúa frente a la antigua casa del cura. Este ejemplar se encontraba empotrado en el muro de contención, a ras de suelo, en la pared del antiguo cementerio enclavado  junto a la iglesia.

Los verracos de Villatoro se suman a los muchos recuperados en la provincia y que podemos ver en plazas y otros espacios distinguidos de las poblaciones abulenses.

El gran número de ejemplares localizados, teniendo en cuenta los otros muchos que han podido desaparecer a los largo de los siglos, el tamaño de las piezas y la dificultad de la labra del granito, permite especular con la existencia de unos artesanos especializados, quizás itinerantes, dedicados a la producción de las esculturas. En el castro de Ulaca se ha descubierto un conjunto de herramientas  -cinceles, martillo y barrena- para trabajar material de gran dureza. ¿Tal vez los utensilios de trabajo de uno de estos escultores de verracos?

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