La Carisa | León

LA CARISA

Romano

Las guerras astur cántabras fueron la última operación militar de conquista consumada por los romanos en la Península Ibérica. La campaña que duró 10 largos años, entre el 29 y el 19 a.C., fue dirigida en algunos momentos por el propio emperador Augusto.

Según el historiador romano Dión Casio Los cántabros y astures practicaban una guerra de guerrillas, evitando la acometida directa sobre las fuerzas romanas. Conscientes de su inferioridad numérica, su táctica consistía en ofensivas rápidas, seguidas de un veloz repliegue, que causaban graves daños a los destacamentos romanos.

Para hacerse con el territorio insurrecto los romanos dedicaron un esfuerzo ingente a la construcción de calzadas que atravesaban los pasos más accesibles de la cordillera cantábrica. Increíbles y complejas obras de ingeniería, teniendo en cuenta los escasos medios técnicos de la época. Acto seguido, levantaron una serie de campamentos estacionales, solo ocupados en los veranos, que controlaban los pasos entre montañas y que servirían de base militar de los ejércitos responsables de la conquista.

Una de las vías romanas que posibilita el acceso desde León por el Bernesga hasta los valles centrales de Asturias se conserva en un tramo de algo más quince kilómetros entre el pueblo leonés de Tonín y las proximidades del campamento de Curriellos, ya en territorio de Asturias. El recorrido trascurre ente los 1500 metros y los 1800 metros de altitud salvados por sucesivas rampas en zigzag para conseguir desniveles que nunca superan el 5%. La calzada tiene un ancho regular y para ello fueron necesarios numerosos entalles y terraplenes.

El nombre de la Vía romana se supone que deriva de su posible promotor Publio Carisio, legado de César Augusto, que dirigió gran parte de las campañas militares contra los indígenas.

Junto a la vía Carisa los romanos establecen un campamento estacional en el Pico Llagüezos desde el que dominaban el paso montañoso y disponían de una gran visibilidad del entorno. El campamento posiblemente solo utilizado en los periodos estivales ha aportado interesantísimos datos acerca de las estructuras campamentales y del utillaje militar romano del cambio de era. Entre el material legionario recuperado hay jabalinas, lanzas, pilae, puntas de flecha y un puñal legionario.

En una reciente excavación se ha descubierto un barracón legionario construido con zócalo de piedra. Un edifico de carácter permanente que obliga a pensar que en un momento determinado, después de la conquista, allí disponen un pequeño destacamento para el control de la vía romana.

Como ocurre con otros parajes arqueológicos indígenas y romanos el lugar se aprovecha para instalar un puesto de defensa durante la Guerra civil Española. En la zona sur hay construcciones militares de las tropas sublevadas que aprovechan la piedra del recinto campamental romano.

LOCALIZACIÓN Y VISITA

El acceso a la Carisa es posible desde la población de Pendilla de Arbás. Desde el núcleo urbano surge una pista de tierra en dirección norte por la que se llega a la collada de Propinde en la que hay un cartel explicativo de la vía y de los yacimientos romanos.