Tras su investigación arqueológica, se ha ejecutado un amplio programa de musealización del espacio que facilita su visita y permite contemplar las estructuras restauradas. El enclave arqueológico se acompaña así de un recinto didáctico que nos ayuda a entender su funcionamiento y el período histórico en que estuvieron en uso. En el primer espacio encontramos los hornos restaurados. Un panel explicativo, en el que se incluye una infografía con la reconstrucción de los hornos, ayuda a entender su funcionamiento: la zona baja se alimentaba con leña y en la superior se colocaban los recipientes de barro para su cocción.

Junto al horneado se encuentran restos materiales de otros trabajos propios del obrador de un alfarero: la zona donde se mezclaba el barro y el espacio en el que se guardaba la leña, entre otros. Rodeando los hornos, el visitante puede ver los primeros paneles explicativos, como el que reproduce un plano de Ávila realizado por Wyngaerde en 1570 en el que se ve la ubicación de los hornos en el contexto de la ciudad.

El espacio ocupado por los paneles explicativos, continúa con aquel que informa sobre las industrias existentes en la villa, como las tenerías y los telares. Un tercero se refiere a los alfareros, explicando cómo se elabora la cerámica a través de imágenes y texto.

La planta superior explica la historia de Ávila desde el punto de vista de la actividad artesanal y la cerámica, mostrando cómo eran los recipientes cerámicos que se utilizaban en diversos momentos cronológicos de la Prehistoria y en periodos más recientes de la Historia. En unas vitrinas se pueden observar numerosas reproducciones de piezas cerámicas, entre ellas, algunas de época neolítica halladas en la provincia.

La visita a esta segunda planta se completa con un audiovisual que explica las dos técnicas de producir cerámica a lo largo de la historia, manualmente y a torno.

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