El Burgo de Osma | Soria

LA CIUDAD ROMANA DE UXAMA ARGAELA

AULA ARQUEOLOGICA ANTIQUA OSMA

Romano

En buena parte del cerro que se alza al este de la actual población de El Burgo de Osma hay evidencias materiales de una de las ciudades más importantes de la Hispania Romana. Pero el significativo papel en la historia de las gentes que habitaron este lugar se remonta a tiempos anteriores a su conquista por los romanos.

Nos consta que fue un célebre asentamiento de los arévacos, grupo tribal a su vez perteneciente a los celtíberos. Su amistad y los lazos políticos con los numantinos hace que la ciudad de Uxama participe muy activamente en la defensa de aquella población contra los romanos, entre otras cosas, y según relatan las fuentes clásicas, abasteciéndola de víveres. Precisamente la alianza con los numantinos y su participación decisiva en la defensa de la ciudad provoca que en el año 153 a. C. sea atacada por el cónsul Fulvio Nobilior. Un asalto que al parecer, según silencian su resultado las fuentes romanas, no debió de ser muy exitoso para los conquistadores. Finalizada la guerra, tras la caída de Numancia, la ciudad arévaca no perdió ocasión de enfrentarse al poder de Roma. Participa vivamente en la sublevación de los inicios del siglo I a. C. de las ciudades arévacas apoyando a Sertorio durante las guerras civiles romanas. Incluso una vez muerto éste y vencidos la mayor parte de sus partidarios prolonga su particular lucha contra los romanos, hasta que fue tomada y devastada por el general Pompeyo en el año 72 a. C.

Sobre las cenizas de la ciudad indígena, probablemente la Arkailicos que aparece en algunas monedas, se levanta una ciudad romana, Vxama Argaela, que rápidamente adquiere una notable prosperidad. La urbe romana está extendida por cerca de 100 hectáreas. Una vasta superficie en la que entre otros edificios conocemos el foro, suntuosas casas de patricios, espacios públicos ocupados por templos o varios acueductos, uno de los cuales partía de Ucero, a más de dieciocho kilómetros. El apogeo de la ciudad, por razones obvias, está relacionado con la explotación de la extensa y fértil vega del Duero, lo que en su día también fundamentó seguramente el progreso de la población arévaca. Otros factores además contribuirían a su esplendor. Así, Uxama está emplazada en un eje principal de las comunicaciones viarias romanas, junto a la vía que desde Astorga daba salida al oro y otros minerales obtenidos en el noroeste hacia Caesaraugusta, la actual Zaragoza y posteriormente a Tarraco, Tarragona. El esplendor de la urbe se mantiene hasta el siglo III. Como todas las ciudades romanas de la Meseta Norte sufre una crisis en los postreras fases del Imperio Romano pero no llego a perder totalmente su población. De esta manera, en el siglo VI, durante la dominación visigoda, es sede del obispado Oxomense, con lo que ejerce un control territorial civil y religioso de un amplísimo territorio. Su total abandono debió ocurrir antes del siglo X, puesto que en ese siglo los árabes construyen una atalaya de vigilancia de la frontera, curiosamente sobre los cimientos de una rica casa romana.

EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO Y SU VISITA

Podemos recorrer a pie los restos descubiertos y acondicionados para su visita por el público y que hoy por hoy comprenden varios puntos interesantes.

Se puede visitar el Aula  de la Historia de la Ciudad del Burgo de Osma donde se exponen contenidos a cerca de la ciudad arévaca de Uxama, la ciudad romana de Uxama Argelae con la reconstrucción de una vivienda del yacimiento de Uxama, la Ciudad árabe y el Teatro virtual que recrea una calle de la ciudad romana donde sus habitantes desarrollan su vida cotidiana. Se encuentra en la Plaza Mayor del Burgo.

Cisternas romanas

El abastecimiento de agua era algo fundamental para el normal funcionamiento de la próspera población romana, por lo que los responsables de la misma se preocuparon sobremanera de que existiera una inmejorable infraestructura hidráulica urbana. Hemos comentado las canalizaciones de agua que llegaban a la ciudad tomada de manantiales a considerable distancia, pero, aparte, distribuidas por la ciudad hay pequeñas cisternas rectangulares de cemento de cubierta abovedada y construidas sobre el suelo que recogían el agua de lluvia.

Hay otros depósitos de considerables dimensiones, como la cisterna subterránea de forma semicircular que podía almacenar más de 300 m³ de agua. La gigantesca cisterna construida en el siglo I tenía tres brocales por los que captaban el agua y que, a su vez, facilitaba que por ellos descendieran los operarios para acometer labores de mantenimiento y limpieza.

Terraza porticada

Es un ejemplo sobresaliente de las fastuosas construcciones públicas con las que contaría la ciudad romana . Es una terraza artificial de más de 8 metros de altura que ocupaba un espacio de cerca de 1300 m². En su parte superior habría un templo hoy desaparecido y en su pared oriental, reforzada para contener las tierras, hay una zona de almacenamiento mediante galerías cubiertas y los espacios rectangulares de las tiendas (tabernae) del mercado público.

Casa de los plintos

Es la vivienda de un rico potentado romano. Tiene más de 1000 m² y se trata más bien de una manzana pues da a tres calles. La residencia , un auténtico palacio, está organizada en torno a dos patios rodeados de habitaciones. Cuenta con una amplísima cocina, un comedor, más de 20 habitaciones, una piscina, un espacio abierto, seguramente un jardín, y una enorme bodega subterránea excavada en la roca. En la fachada norte se aprecia como el lado que da a la calle estaba porticado, distinguiéndose los plintos en los que descansaban los pilares que sostenían la cubierta. En uno de los sillares de la construcción, próximo a la puerta de la vivienda, se adivina un falo en relieve, deseo de fecundidad y prosperidad para los moradores de la casa. La vivienda se levanta en el siglo I sobre las ruinas de unas viviendas arévacas. Conocemos que fue reformada varias veces entre el siglo II y principios del siglo III, hasta su destrucción total por un incendio devastador a mediados del siglo III.

Atalaya árabe

Es la vivienda de un rico potentado romano. Tiene más de 1000 m² y se trata más bien de una manzana pues da a tres calles. La residencia , un auténtico palacio, está organizada en torno a dos patios rodeados de habitaciones. Cuenta con una amplísima cocina, un comedor, más de 20 habitaciones, una piscina, un espacio abierto, seguramente un jardín, y una enorme bodega subterránea excavada en la roca. En la fachada norte se aprecia como el lado que da a la calle estaba porticado, distinguiéndose los plintos en los que descansaban los pilares que sostenían la cubierta. En uno de los sillares de la construcción, próximo a la puerta de la vivienda, se adivina un falo en relieve, deseo de fecundidad y prosperidad para los moradores de la casa. La vivienda se levanta en el siglo I sobre las ruinas de unas viviendas arévacas. Conocemos que fue reformada varias veces entre el siglo II y principios del siglo III, hasta su destrucción total por un incendio devastador a mediados del siglo III.

LOCALIZACIÓN Y VISITA

El yacimiento se localiza a la izquierda de la carretera nacional 122 si se accede desde el Burgo de Osma.

En las inmediaciones del enclave arqueológico hay muchos lugares que merece la pena visitar. Podemos sugerir el sobresaliente Conjunto Histórico de El Burgo de Osma, con su Catedral, e igualmente interesantes son el castillo califal de Gormaz y el parque natural del Cañón del río Lobos, donde se ha limpiado y acondicionado un tramo del acueducto romano que llevaba el agua a Uxama, en concreto una galería excavada en la roca de casi 100 metros de longitud.