Bernardos | Segovia

CERRO DEL
CASTILLO

Romano y Medieval

En la localidad segoviana de Bernardos, en el cerro de la Virgen del Castillo, está ubicado un poblado fortificado habitado desde el siglo V hasta el siglo XI .

Es un cerro amesetado de gran visibilidad sobre el entorno. La elección de un lugar tan seguro da a entender la necesidad de protección y aislamiento de las poblaciones que en él se asentaron.

En 1996 se inician las intervenciones arqueológicas en el yacimiento. Las sucesivas campañas han documentado una importante ocupación del cerro en la etapa tardorromana, en la que se dota de un impresionante recinto amurallado. El encajonamiento del río Eresma le proporciona una defensa natural suficiente por el este, mientras que en el resto de los flancos era necesaria la construcción de defensas artificiales.

El recinto defensivo se divide en dos sectores bien diferenciados. El septentrional, tiene una anchura media de la muralla en torno a los dos metros y está construido fundamentalmente con pizarra. Aquí conserva siete torres de planta semicircular y uno de los accesos antiguos al recinto. La puerta, de 3,2 metros de anchura, estaba flanqueada por dos torres y presenta grandes sillares en sus esquinas. Son curiosamente materiales romanos reutilizados, posiblemente procedentes de villae tardías colindantes como la de Constanzana o la de Santa Inés, abandonadas en el siglo V. El expolio de materiales de estas villas tardías revela en primer lugar su abandono temprano y advierte, a su vez, que posiblemente sus moradores en los momentos de inseguridad vinculados a las invasiones bárbaras se trasladaron al recinto amurallado del alto del cerro.

La muralla se asentaba sobre una escarpa tallada en la roca del sustrato rocoso y había sido enlucida al interior y al exterior. Igualmente se han reconocido algunos tramos de las escaleras de acceso a los adarves.

El segundo sector amurallado, de mucho menor tamaño, rodea la zona más alta del asentamiento. La técnica constructiva es similar a la del recinto exterior, pero en este caso no se levantan torres en la línea defensiva.

Las excavaciones arqueológicas también han permitido descubrir varias viviendas de distintas épocas. Así, distinguimos casas romanas del siglo V, momento de construcción del lienzo fortificado, habitaciones fechadas en época visigoda y un hábitat, posiblemente un fortín, de época emiral. Es en esta última etapa histórica cuando se ejecutan las reformas más importantes en la muralla y parece que esas obras responden a que el cerro acoge a una unidad militar musulmana que controlaba el territorio. Es hasta la fecha, sin que podamos explicar el motivo, el único asentamiento tardorromano conocido en la meseta norte que se fortifica en época visigoda y andalusí.

La fortificación musulmana subsistió varios siglos. A pesar de desconocer la fecha exacta de abandono del yacimiento, podemos concluir que ya lo está plenamente a finales del siglo XI, momento a partir del que la zona es repoblada por los reinos cristianos del norte.

En la actualidad conserva en pie y en uso la ermita de Nuestra Señora del Castillo de Bernardos.

LOCALIZACIÓN Y VISITA

El cerro de El Castillo, se distingue al nordeste del casco urbano de Bernardos, a unos 3 kilómetros del caserío.

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