Pedrosa de la Vega | Palencia

VILLA ROMANA
LA OLMEDA

Romano

El edificio y el conjunto de mosaicos de esta villa palentina están entre los más sobresalientes y bellos ejemplos de la arquitectura romana rural del Bajo Imperio de toda España. Descubierta en 1968, ha sido objeto de continuados trabajos de excavación e investigación.

 

A la recuperación y estudio de la casa romana se ha añadido desde el comienzo el interés por la conservación, consolidación, cubierta y preparación para la visita pública, siendo pionera en este tipo de actividades y trabajos de puesta en valor.

El edificio residencial romano gira en torno a un gran patio central, el peristilo. Alrededor del patio advertimos las galerías que daban acceso a las estancias privadas y públicas. El conjunto de habitaciones se completa con una galería al sur, flanqueada por torres octogonales, y otra al norte con torres de planta cuadrada , de la que queda tan solo un pequeño resto de la cimentación. La casa sabemos que tiene dos alturas por la presencia de varios peldaños de dos escaleras que conducían al primer piso.

En su construcción utilizan la piedra y el ladrillo, en la cimentación y zócalo de los muros, y tapial y madera para los alzados de las paredes. Los muros están enlucidos y pintados imitando mármol. Por su parte, la techumbre era de tejas planas, las tegulae, con un alero saliente sostenido por canecillos de piedra. Los suelos son en ocasiones de opus signinum, una especie de calicostre de gran dureza.

Pero sin duda alguna, si por algo sobresale la villa romana de La Olmeda es por el conjunto de mosaicos de los suelos de las habitaciones. Todos ellos son polícromos y geométricos, salvo en el oecus, el salón principal de la casa de 175 m2, en el que conserva en muy buen estado un mosaico, de los mejores del mundo romano, en el que hay dos escenas figuradas. La principal representa el mito de Ulises en Skyros, rodeado de una cenefa con alrededor de una veintena de bustos que posiblemente correspondan a los retratos de la familia de los propietarios de la mansión.

En la parte superior de la escena vemos a Rhea y su marido Lycomedes que acceden al gineceo en el que están representadas tres de sus hijas. Estas tratan de evitar que Aquiles , escondido en el gineceo y disfrazado de mujer, se una a Ulises para participar en la guerra de Troya. Ulises descubierto, en el mosaico vemos que porta un escudo, se dirige hacia la contienda.

Por debajo hay siete escenas de caza. Varios hombres participan en las monterías a pie o a caballo portando lanzas. Hay un curiosa mezcla de animales salvajes propios de hispania, como un jabalí hostigado por una jauría de perros, y animales africanos, entre los que apreciamos leopardos, leones y antílopes. En una de las escenas más dinámicas un león acosa a un enorme antílope.

Las habitaciones distinguidas de la villa contaban un sistema de calefacción que calentaba el suelo de las habitaciones conocido como hipocaustum.

Junto a la zona residencial estaban las termas, o zona de baños, en la que podemos diferenciar tres sectores:

En la zona meridional hay una sala de gran tamaño con planta cuadrada y esquinas redondeadas que tenía hipocaustum, y a la que abren cuatro pequeñas estancias en las esquinas de planta rectangular.

En la zona central del complejo termal localizamos un pasillo que permite el acceso a esta zona desde el área residencial. En concreto desde el patio central.

Al norte encontramos las habitaciones específicas de los baños romanos: la sala de baños de agua caliente, la sala destinada a los baños de agua fría y la sala templada. Una gran estancia, con las esquinas redondeadas al interior y banco corrido, es probable que fuera el vestuario.

Al sureste hay una habitación más pequeña en la que ubicaron las letrinas de las termas ( letrinae). Posee un gran canal de desagüe y el suelo de baldosas de cerámica.

El edificio y los mosaicos datan del siglo IV d. C.

Los restos romanos de la villa romana de la Olmeda están a cobijo de un moderno edificio de más de 7000 m2. Una red de pasarelas envuelve los diferentes espacios. De tal forma, el visitante va descubriendo las zonas excavadas y las diferentes estancias que componen la villa sin perder la visión de conjunto.

Modernos recursos expositivos, entre los que incluyen reconstrucciones tridimensionales de las estancias de la villa y diversos audiovisuales, ayudan a imaginar el esplendor que alcanzó La Olmeda en la época del Bajo Imperio Romano.

La visita se completa en el museo arqueológico de la Villa romana, ubicado en la iglesia de san Pedro de la localidad de Saldaña. Aquí hay expuestos algunos de los objetos aparecidos en la excavación, como monedas, vajilla fina de mesa de cerámica y vidrio, o las herramientas de los labradores y los artesanos que trabajaban en la explotación; descubiertas estas en la necrópolis localizada al norte de la villa. Maquetas y proyecciones con reproducciones virtuales ambientan al visitante sobre la vida en la villa romana. En el museo también está expuesta la excepcional patena mozárabe procedente de Valcabado y un facsímil del conocido Beato de este monasterio medieval.

LOCALIZACIÓN Y VISITA

Desde la población de Saldaña se toma un desvío en la carretera que conduce a la localidad de Gañinas de la Vega. Tanto el museo de Saldaña como la villa tienen horario de visita.

Recomendamos la visita a la villa de Calzadilla de la Cueza, Carrión de los Condes y Paredes de Nava.