Por : Carlos Belloso Martín
Originalmente conocida como Calzada Romana Itinerario XXIV de Antonino (Caracalla), cambiaría su nombre en la época árabe a Vía de la Plata, por el brillo de su empedrado. La calzada romana se construyó sobre un antiguo camino de Tartessos, en la época de Augusto (siglo I a. C.), mediante las técnicas de los ingenieros romanos, superponiendo capas de materiales.
A la salida de Baños se inicia un pronunciado ascenso de la vía a lo largo de poco más de un kilómetro en el que se ha reconstruido el viejo pavimento con un enlosado nuevo. Mediante ese tramo se accede a Puerto de Béjar, nombre que por sí mismo indica la topografía por la que transita. Hacia atrás se puede contemplar todo el valle del río Ambroz.
El enlosado no ha de considerarse original, sino que se trata de una remodelación realizada hace pocos años sobre zonas que aún mantenían restos del empedrado.
También se constata la presencia de Roma en la lápida funeraria hallada en el valle de las Huertas, inmediato a Béjar, y en la proximidad de la Vía de la Plata, con la mansio Caelionicco situada a unos diez kilómetros al suroeste, a XXII millas de Caparra y a 134 de Mérida, que aún no ha sido localizada. Poco después se traspasa el límite administrativo actual con la provincia de Salamanca.
El reto de saltar la barrera física que suponen las alturas del Sistema Central en las inmediaciones de Béjar fue resuelto a través de Puerto de Béjar, para luego seguir por Calzada de Béjar en torno al río Cuerpo de Hombre. En esos tramos el camino olvida la rectitud con la que circulaba en zonas de más al sur que recuperará en la Meseta. Irá serpenteando por el terreno para evitar de ese modo los pesados desniveles que impone la orografía, dejando a un lado, la cercana ciudad de Béjar.
A la salida de Calzada de Béjar se encuentra un edificio construido en mampuesto pero con fuertes sillerías en los esquinazos, de planta casi cuadrada, que ha sido considerado por su morfología un fortín elevado en el bajoimperio para la defensa del tramo de vía que se divisa desde él. Parece corroborar tal función militar la existencia de varias saeteras. Sin embargo, su tipología y localización ofrecen dudas sobre esta periodización y su funcionalidad.
A partir de Calzada de Béjar reaparecen los tramos rectos, esta vez con un trazado ligeramente desviado hacia el noreste hasta alcanzar Valverde de Valdelacasa en donde se sitúa la mansio de ad Lippos, a sólo XII millas de la de Caelionicco. Acaso el ascenso obligó a sugerir un descanso con una frecuencia menor que lo que había sido lo normal entre mansio y mansio hasta ahora. Al igual que ocurría en el caso de ad Sorores, la mansio se encuentra en ese lugar, pero mediante ad se indica que el lugar denominado Lippos se halla en sus inmediaciones, a modo de un “empalme hacia”.
Desde aquí ascenderá, no sin describir algunas curvas, hacia Fuenterroble de Salvatierra, en donde la iglesia parroquial dedicada a Santiago se halla fuera del casco urbano. A partir de entonces la vía continúa con un trazado sur-norte hasta sobrepasar Navarredonda de Salvatierra unos kilómetros más al norte. A escasa distancia de ella también al norte se halla la mansio de Sentice, identificada por Roldán en la dehesa de La Dueña de Abajo, justo a XV millas de ad Lippos y a 146 de Mérida.