Por : Laboratoria de Fotogrametría Arquitectónica | UVa
El sistema estructural de vigas y entrevigado de madera, apoyados sobre elementos portantes, forma parte de la solución con la que se crean los soportales que se encuentran en el último tramo de la calle Salas Pombo.
Para el apoyo de los elementos leñosos los soportes empleados recurren a lo que podríamos definir como columnas de rústica factura, al disponer tres elementos que remedan la basa, fuste y capitel de una columna clásica.
En otras ocasiones se recurre a una potente pila de piedra, constituida por sillares más o menos regulares.
La solución más sencilla es la de recurrir como soporte a pies derechos de madera, con tres posibles disposiciones: una donde la viga carga libremente sobre el pie derecho, que apoya directamente sobre el terreno. Otra donde el pie derecho apoya sobre el terreno con la mediación de una pieza de piedra que hace las veces de basa, la tercera solución dispone una zapata en el apoyo de la viga al pie derecho.
De forma particular en dos viviendas se ha recurrido a la reutilización de columnas o piezas de columnas para el apeo de vigas, bien para la creación de portales, como de apeo de vuelos sobre el paño de fachada.
Sin duda se trata de elementos arquitectónicos aprovechados de otras edificaciones, que se colocan manifestando su utilidad estructural, buscando una disposición simétrica en su colocación respecto de su disposición en la fachada.
La colocación de las piezas que componen la columna obedece a la intuición del constructor, utilizando con libertad la basa como capitel para crear el apoyo necesario de la viga.
Uno de los elementos constructivos más característico de las arquitecturas de las calles son los balcones.
La solución tradicional recurre a balaustres constituidos por cuadradillos de madera que, en la parte inferior, se empotran en el durmiente que remata el vuelo del balcón. La parte superior se recoge en un pasamanos de madera de sección rectangular.
En ocasiones los balaustres de madera se sustituyen por barras de hierro de sección circular, que se empotran, en la parte superior e inferior con una pletina también de hierro.
En uno y otro caso el tiro del balcón se remata con pies derechos de madera, que recogen el pasamanos del balcón. La longitud del balcón se parte con uno o dos pies derechos, como los que rematan los laterales, proporcionando una gran estabilidad al sistema.
Siguiendo con los elementos constructivos significativos de la arquitectura que se agrupa a lo largo del trazado de las calles por las que transcurre el Camino de Santiago, merece señalarse las puertas, tanto las de las viviendas como las de las cuadras y pajares; en unos y otros edificios muchas de ellas han sido cambiadas, pero aún es posible ver soluciones tradicionales.
Soluciones que para las viviendas son de una hoja, con configuraciones sencillas, de entrepaños continuos, o de doble batiente, que permite la apertura de la parte superior de la puerta manteniendo cerrada la inferior. Solución ésta muy extendida por toda la geografía española, al igual que la gatera que orada la parte inferior.
Frente al batiente, algunas soluciones incorporan un ventanuco ciego que permite, como la de batiente, ver el exterior sin necesidad de abrir por completo la puerta.
En las cuadras las puertas, de dos hojas combinan la puerta ciega con la puerta de batiente; de manera que en una de las dos partes en que la puerta parte el hueco se monta una hoja ciega con dos alturas de entrepaños, que se corresponde con los entrepaños de las dos piezas de la puerta de batiente.
En general las puertas se recercan con piedras labradas de granito que protegen y enmarcan el hueco. En algunos dinteles figuran inscripciones que incluyen la fecha que hace referencia al año de la construcción
El recercado de granito también se encuentra en las ventanas, generalmente de pequeñas dimensiones. Con piezas bien escuadradas que en algunos casos se recortan por un revoco bien delimitado.
En otras ocasiones se aprecia la irregularidad de las caras no labradas del granito con el que se dibuja el antepecho, el cargadero y las jambas, bien por pérdida de revoco o porque este no haya existido nunca.
Es frecuente la incorporación de rejas empotradas en las piezas de granito. En las ventanas más modestas la reja se monta sobre el marco de la ventana que sirve de soporte a las hojas.
Las ventanas más elementales montan directamente sobre el muro mediante un potente marco que queda prácticamente oculto por el revoco que remata el paramento. El desprendimiento de este revoco permite apreciar una solución constructiva para proteger la estabilidad del hueco, la existencia de un durmiente de madera, de la longitud del marco, sobre el larguero de la ventana, que hace las funciones de arco de descarga del peso del muro que gravita sobre la ventana.
Otros elementos singulares relacionados con las ventanas que horadan los muros de carga son las contraventanas o postigos, que sustituyen a la propia hoja acristalada. Son ventanas de cuadras, concebidas para permitir el paso de la luz y la ventilación, pero que deben satisfacer también la necesidad de proporcionar un cierre seguro en las horas nocturnas.
En algunas ocasiones las ventanas presentan una repisa conformando el antepecho, lo que sugiere un uso complementario del hueco.