El relieve parece el único fragmento preservado de un retablo desmembrado y perdido. El estado de conservación es delicado, con muestras evidentes de un importante ataque de xilófagos y notables pérdidas de volumen e incluso fragmentos (manos de San José y la partera, Niño Jesús).
En 1995, la empresa CERDÁ llevó a cabo un tratamiento de conservación sobre la obra, que consistió básicamente en la consolidación de la madera, reintegración volumétrica con Araldite, injerto de pieza en el lateral, desinsectación, y añadido de hornacina realizada en madera natural.