Policromía posterior, de colores planos y tonos pasteles (rosa, naranja, azul y verde pálidos, etc.). La Virgen, de encarnación pálida y rubores acentuados en las mejillas, viste túnica blanca y manto ornamentado con cenefa dorada y motivos geométricos grabados en un aparejo grueso. El turbante de la partera es blanco con dibujo rayado rojo, tal vez en imitación de los motivos originales.
En diversas zonas se observan varios estratos de color, correspondientes a distintos repolicromados. En el plano superior, bajo el color actual que cubre árboles y rocas, se vislumbra oro a la sisa sobre una fina capa de preparación, pudiendo tratarse de la policromía original.
En alguna intervención anterior han abierto catas rectangulares para observar los estratos subyacentes (ej.: manto debajo de la manga de San José).