El relieve de la Misa de San Gregorio está formado por al menos dos grandes bloques de madera encolados entre sí y clavados, a los que se añade alguna pieza para completar el volumen. No está vaciado por el reverso y muestra huellas realizados con azuela y gubia.
En el banco del retablo, donde se alojaban este relieve y el de Santiago en Clavijo, las hornacinas son de planta poligonal, con laterales y fondo realizados a partir de tablas acopladas a hilo, con estopa en la unión (al igual que las tablas de pintura y las hornacinas de los pisos primero y segundo), y ensambladas a la base y pieza superior bien con cola de milano bien mediante clavos. La decoración de vidrieras de los fondos está tallada directamente en las tablas que conforman los encasamentos.
Por su estilo y concepto, estas hornacinas de banco bien pudieran proceder de un retablo anterior, tal y como lo reseñan Arias Martínez y Hernández Redondo, si bien su construcción parece alejarse de la práctica común flamenca.
El calvario está formado por seis esculturas de bulto redondo independientes.