Los relieves y el grupo escultórico de Medina del Campo son un buen ejemplo de la dificultad de establecer si nos encontramos ante una obra importada o realizada in situ, en todo caso por un artista que conoce muy bien la producción flamenca a juzgar por algunos detalles señalados en la bibliografía: disposición de los ladrones, tocado de la Magdalena, perfil del retablo en la escena de la Misa de San Gregorio…
Sin embargo otros rasgos son más propios de la tradición hispana. A pesar de incorporar numerosos personajes, el Calvario no se configura como uno de esos espectaculares relieves que agrupan varios pasajes y personajes, sino como un grupo escultórico conformado por tallas exentas. Respecto a la Misa de San Gregorio, aunque se ha reiterado que no resulta excepcional en la producción flamenca, también aquí gozó de gran devoción, estando muy presente en la escultura castellana. La presencia de un episodio tan excepcional por su arraigo en la tradición hispana como el de la milagrosa aparición del apóstol Santiago en la batalla de Clavijo, es otro aspecto inusual en la producción flamenca que, como mínimo, exige considerar la opción de un encargo muy específico. Pero si consideramos el montaje de los encasamentos del banco o la policromía de los relieves, parece más probable que nos encontremos ante una obra elaborada en Castilla.