Ocupaciones

Las  manufacturas artesanales y el trabajo de la construcción representan la mayoría de los oficios desempeñados por los mudéjares castellanos.

La lista de oficios desempeñados por mudéjares en el campo de la construcción es larga: alarifes, carpinteros, albañiles, rejoleros o azulejeros, yesaires o yeseros, herreros, etc., aparecen en la abundante documentación de contratación de obras, especialmente durante los siglos XIV y XV. Al servicio de la casa de los reyes, para el mantenimiento de los palacios y castillos, se encontraban los maestros de obras de los reales alcázares. El mantenimiento de murallas (como las de Ávila o Medina), así como la construcción de importantes castillos (el de la Mota en Medina o el de Coca) contaron con la participación de maestros y oficiales mudéjares, así como en la constitución de los primeros cuerpos de bomberos de algunas de las ciudades castellanas (Valladolid o Burgos).

La alfarería fue otro de los campos en el que destacaron, tanto en la elaboración de menaje doméstico como en la fabricación de materiales de construcción (teja, ladrillos y cañerías) y de revestimientos decorativos (azulejos).

También la población mudéjar castellana se dedicó a la producción textil, tanto a la preparación de la materia prima (cultivo de lino, cría de gusanos de seda), como a la elaboración de los paños y telas de lana, seda o lino (tejedores, hilanderas, bataneros, tintoreros…) y a la transformación (sastres, jubeteros…)  y comercialización de los géneros. La artesanía del esparto, el cáñamo y los juncos fue otra de las ramas de este oficio, dedicado a la fabricación de alpargatas, cestería y una larga lista de productos de uso habitual como cinchas, cuerdas, espuertas o esteras, que podían comercializarse en los mercados locales.

La artesanía de cuero y piel, una de las más famosas en manos de mudéjares, estudiada por ejemplo en Valladolid: desde los pelaires y zurradores de pieles al curtido, las tenerías, y finalmente la fabricación de cordobanes, zapatos o sillas de montar.

Dentro de las artes del metal, los mudéjares participaban como herreros en dos actividades fundamentales como era la fabricación de utillaje para usos agrícolas y para la construcción. Los herradores complementaban el trabajo de los numerosos arrieros mudéjares. Otra faceta importante de este trabajo era la de la artesanía del cobre, con destino a ajuares domésticos y a la industria del tinte, que dio lugar a uno de los apellidos más conocidos de la minoría mudéjar: Calderero.

La medicina y la farmacia eran ejercidas por los mudéjares, que también tuvieron cargos de menescales o albeytares, es decir, veterinarios, en las cuadras reales o de algunos nobles. Las mujeres sabias musulmanas ejercieron como parteras o comadronas incluso para las señoras cristianas.

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