Religión

A los mudéjares se les permitió practicar el Islam, y para ello contaban con mezquitas y con escuelas coránicas adyacentes en las que los niños podían aprender su religión.

El ayuno de Ramadán se convirtió en el rasgo de diferenciación cultural comunitario más popular. Su práctica se reconocía sin mayores problemas a la hora de condicionar el rendimiento laboral de los mudéjares.

Las dos festividades islámicas más importantes eran la fiesta de la ruptura del ayuno y la de los sacrificios, y otras más recientes como la natividad de Mahoma. Entre las fiestas cristianas celebradas por los mudéjares estaban la Navidad y la natividad de San Juan Bautista el 24 de junio, pese a las opiniones esgrimidas en contra por los alfaquíes.

Los acontecimientos familiares se prestaban a celebraciones especiales: los mudéjares se arreglaban, preparaban las casas y cocinaban comidas especiales para celebrar el nacimiento de un hijo, la circuncisión o el matrimonio.

Los alfaquíes y muftíes, como rectores de la comunidad religiosa, explicaban el Corán y la sunna y compusieron obras de uso religioso como el Breviario sunní que escribió el alfaquí de Segovia, ‘Īsà de Ŷābir (1462), además de estar extendidas copias de manuscritos cuya tradición se remonta a al-Andalus, el Magreb, Egipto y Siria desde los orígenes del Islam.

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