Cerámica engobada del alfar de la Calle Olleros de Valladolid

Los alfareros mudéjares, especialmente conocidos en Valladolid, ofertaron una amplia gama de productos destinados a solventar diferentes necesidades domésticas a toda la población urbana, que básicamente se centraban en el almacenamiento de productos y preparados, y en el servicio de mesa: orzas, cántaros y cantarillas, coladores y barreños, arcaduces, calentadores, alcancías, candiles y, sobre todo, botijas, redomas, jarros y jarritos, platos, altamías, escudillas, tajadores y saleros, para el servicio de mesa.

En su confección se empleaban barros sedimentarios ferruginosos, lo que aportaba a la producción una coloración general encarnada, y el mismo ya licuado servía como engobe para aplicarlo de forma más o menos densa en las superficies, lo que las mejoraba tanto en textura como en color, con gamas que van del naranja, rojizo o marrón al negruzco, según las diversas condiciones atmosféricas experimentadas durante la cocción.

Volver a Patrimonio en Valladolid