RETABLO DEL CAMINO DEL CALVARIO

ESTILO 

Se trata de un relieve de apretada composición que agrupa hasta veintiún personajes distribuidos en cuatro niveles diferentes que se van escalonando, disponiendo los más próximos en la base y los más distantes en lo alto. Con cierta habilidad se consigue imbricarlos de modo que casi todos ellos resultan visibles, salvo uno de los ladrones, parcialmente oculto por su compañero.
Son figuras de canon corto, que muestran una variedad en la definición de tocados o armaduras, más aparente que real, pues al realizarse mediante moldes pueden reutilizarse en distintos relieves, de modo que no resulta extraño reencontrar una misma figura en distintas obras. Se han definido rostros anchos y dotados de una expresividad que consiguen trasmitirnos distintos sentimientos: el agudo sufrimiento de Cristo, compartido de forma más comedida por María, San Juan o las Santas Mujeres, la crueldad del sayón situado tras la cruz, que roza lo grotesco, o la mueca desdeñosa del que encabeza el cortejo.