La morería de Ávila

En la ciudad de Ávila la morería no debe entenderse necesariamente como un espacio urbano cercado, en el que tuvieran obligatoriamene que vivir y tener sus propiedades, negocios, talleres, tiendas y servicios los musulmanes de la ciudad (véase Morería de Valladolid) , ya que tanto por la documentación escrita como por los restos patrimoniales conservados observamos que su distribución era amplia y diversa por toda la población. Al menos fue así hasta finales del siglo XV.

El ordenamiento de 1411 de la reina Catalina de Lancaster que les obligaba a lo contrario no debió cumplirse en muchas ciudades castellanas, por lo que la reina Isabel promulgó, en 1480, uno nuevo con la misma intención. Sí parece que en ese momento en Ávila la población musulmana se recluyó en zonas del sur de la ciudad, lo cual no significa necesariamente que se abandonaran otros puntos ni que ese nuevo espacio fuera un espacio acotado con una cerca o puertas. Al menos,  ni se han conservado huellas materiales de ello ni el entramado urbano lo refleja.

No obstante, existen dos puntos de la zona sur de la ciudad, verdaderos arrabales extramuros, donde se concentran restos materiales y referencias escritas que indican que poco a poco la población musulmana se fue concentrando allí: son el ámbito de la calle Empedrada y plaza de San Nicolás, por un lado, cuyo centro neurálgico sería la mezquita de la Alquibla, documentada desde finales del siglo XIV; y, por otro, el ámbito del actual barrio de las Vacas, morería creada a partir de las medidas de 1480, denominada “morería del Berrocal”, “cabe la Trinidad” o “del Camino de las Vacas”, que ocupó casas pertenecientes al monasterio de Sancti Spiritus. Parece que aquí hubo un almagid nuevo y tenemos atestiguado arqueológicamente un espacio productivo, el Horno del Morisco.

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