Plaza del Mercado

Desde el siglo XIII, la actual Plaza Mayor se convirtió en la Plaza del Mercado, el lugar donde se desarrollaba la más importante actividad comercial de la villa y donde se reunían todo tipo de vendedores y comerciantes que abastecían con sus productos a los vecinos de Valladolid.

Era el caso de algunos mudéjares y moriscos que acudían allí a vender su obra de ollería y alcallería. Una de ellas fue María González, una joven morisca, que trabajó en la década de los treinta del siglo XVI, durante siete años, al servicio del alcaller Francisco de Alba y de su mujer Librada de León, también moriscos.

Además de trabajar en el taller colaborando en tareas del oficio, la joven criada también acudía varios días a la semana (entre ellos los lunes) a la Plaza del Mercado a vender las mercadurías de su amo. A primera hora, un aprendiz le llevaba la carga en carretas desde el obrador sito en la antigua morería a lo largo de la calle Santiago hasta el Mercado. Allí coincidía con otras mujeres y criadas de otros alcalleres durante toda la jornada de mercado. Vendían vajilla de barro esmaltada en blanco y decorada ocasionalmente en tonos verdes o azules: platos, escudillas, jarras, saleros, etc.

Por su trabajo, María Rodríguez recibía dos reales y medio al mes, más calzado y vestido, y doce maravedís diarios por la venta de vidriado en el mercado.

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