Palacio de los Gutiérrez Altamirano
En la primera mitad del siglo XVI los Gutiérrez Altamirano levantaron su palacio en plena morería, probablemente porque compraron varias casas a algunos de los moriscos que se trasladaron hacia la plaza del arrabal u otras calles más aptas para sus actividades comerciales. Está situado en la calle central de la morería, la calle Larga, haciendo esquina con la calle del Albaicín (hoy Pasadizo al Paraíso) y su prolongación hacia la plaza del Arrabal –la calle Sombrereros-. Precisamente buscando la relativa amplitud que proporciona el entrecruce de estas estrechas calles, se ha situado en ese punto la puerta principal del palacio acudiendo al recurso de conformar una peculiar portada esquinera sobre la que se sitúa un balcón angular de lejano sabor extremeño; se da la circunstancia de que, según J. J. de Montalvo, los abuelos maternos del conquistador Hernán Cortés eran Altamiranos.Esta familia, varios de cuyos miembros ocuparon sendas regidurías en el Concejo Municipal a lo largo del siglo XVI, desarrolló relaciones con sus vecinos los moriscos: es frecuente ver a un Altamirano actuando como testigo de boda de los miembros de la élite morisca o incluso como padrino en los bautizos de esta gente. En otras ocasiones las relaciones entre ambas partes eran de carácter económico: unas veces son los moriscos los que obtienen préstamos de los Altamirano y otras, especialmente en las últimas décadas del XVI y principios del siglo XVII, son los aristócratas los que acuden a las surtidas tiendas de los cristianos nuevos a comprar al fiado todo tipo de artículos. Así, llegado el momento de la expulsión acordarán que la deuda de don Juan Altamirano, regidor, con la tienda de Juan Albéitar se salde entregando un pesado collar de oro, lo cual convenía sobremanera a quienes marchaban al exilio.