Alfares de la calle Ajates
Uno de los varios hornos de cocer barro (para tejas, tuberías, ladrillos, vajilla…) que tuvieron los moros de Ávila en la Edad Media estuvo situado en algún punto impreciso de la calle Ajates, barrio extramuros del norte de la ciudad. Este oficio de alfarero fue uno de los principales que tuvieron estos musulmanes castellanos, quedando reflejados -los que a esto se dedicaban- en los documentos escritos de la época con los apelativos de alcaller, ollero, tejero, etc.Precisamente en uno de estos documentos (del archivo municipal de Ávila y año 1483), tenemos la prueba fehaciente de esta realidad, documento ilustrativo también de la dispersión urbana de viviendas y talleres de moros que existía en la ciudad de Ávila en la segunda mitad del siglo XV.
En efecto, el documento es una petición que un grupo de musulmanes dedicados a estas labores hacen al Concejo de la ciudad para quedarse a pasar las noches en su taller, situado en la calle Ajates, en vez de retirarse a dormir a la zona de la ciudad donde habían sido apartados como consecuencia del Ordenamiento de 1480 –la morería, también extramuros, pero al sur de la ciudad-, porque temían y sabían que cuando abandonaban el horno por la noche los cristianos les estropeaban el trabajo realizado durante el día: “les quebraban la labor e incendiaban sus propiedades”. Por cierto, el Concejo les permitió quedarse.
Otro horno de cerámica, documentado en este caso arqueológicamente, es el horno del morisco, situado, éste sí, en la morería.