El emplazamiento de las construcciones sagradas no es, ni mucho menos ocasional, sino que responde a una lógica muy específica. En el caso de las ermitas y santuarios de Salamanca y Zamora, sobre todo, de Ávila se documenta para algunas edificaciones una relación tan íntimamente relacionada con ciertas vías de comunicación que incluso la advocación lo dice todo, caso de la ermita de la Virgen de Cuatro Calzadas en Collado de Contreras (Ávila). Algunas ermitas se encuentran al pie de puentes o de puertos de montaña y otras tantas lo hace con las cañadas trashumantes, como ocurre con los santuarios que se levantan a la orilla de la cañada de la Vera de la Sierra, en la misma Sierra de Ávila, las de la Vizana (Vía de la Plata) o las que lo nacen en el camino a Galicia, empleada por los segadores gallegos que bajaban cada temporada a Castilla.