Se trata de un Castillo-Palacio construido por Don Diego López de Zúñiga, que sirvió como fortaleza defensiva y residencia nobiliaria. Tuvo planta rectangular con grandes torreones en los ángulos y patio central porticado. Una de sus características más notables es que al menos parte de sus estancias se encontraban decoradas con ricas yeserías y los artesonados policromados. Precisamente por ello, parte de este singular patrimonio fue vendido a inicios del siglo XX, causando la ruina del edificio y su posterior deterioro a causa del abandono.

Desde 2009, la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León viene actuando en este bien por medio de diversas actuaciones arqueológicas que ofrecieron un diagnóstico a partir del cual se determinaron las líneas de actuación posteriores (2018 y 2019). Estas han consistido en la excavación de la mayor parte de las estancias inferiores del castillo-palacio, las correspondientes con su patio interior porticado y las del ala sur.

Se han puesto al descubierto: la superficie de uso del patio y de diversas estancias; un vano de entrada, cegado, hacia el Sur; la base de la torre SE, entre otras cosas.

Las estancias descubiertas se corresponden con elementos de servicio y acceso, estando las más nobles situadas en los pisos superiores, hoy desaparecidos. La actuación ha alcanzado 460 m2, quedando aún unos 320 m2 pendientes de excavación.

Obra: Trabajos arqueológicos en el Castillo-Palacio de los Zúñiga en Curiel de Duero (Valladolid).
Arqueólogo: Pedro J. Cruz Sánchez.
Inversión: 23.595,31 euros.