Traída de aguas de las Marinas
La participación de los mudéjares en ciertas obras públicas diseñadas en la ciudad fue importante. Valladolid proyectó su primera traída de agua para el abastecimiento urbano a fines del período medieval: la primera a mediados del siglo XV desde el manantial de Las Marinas hasta el interior del monasterio de San Benito y, más tarde, a principios del siglo XVI desde la fuente de Argales hasta Fuente Dorada. Entre ambas, en 1494, se proyectó otra que también desde las Marinas, al suroeste de la población, traería agua hasta una fuente en la Plaza del Mercado. Para ello se contrató al ingeniero maestre Yuza y a su ayudante Mahomad de Almodóvar, vecinos de la villa de Guadalajara.El 27 de febrero de 1494 se firmó el contrato por el cual se ponía a su disposición todo lo necesario para la obra (los caños, ladrillos, teja, cal, piedra y todos los obreros que fuera menester) que debería culminar con una fuente en la Plaza del Mercado. La cuadrilla local que colaboró en la empresa estaba compuesta por una decena de alcalleres, todos ellos mudéjares: Ramiro y Farax Alcalde, Aly Alyasar, Arleme Castaño, Caço Conde, Caço Herrero, Maestre Homa, Brayme Huzmyn, Çubema Mejorado, Hamed Pabad y Mahomad Yadel. Suministraron cerca de 3.000 atanores entre los años 1494 y 1497, fechas del primer adelanto (3.000 maravedíes) y de la libranza de la deuda de 7.000 maravedíes que el mayordomo de la obra, Francisco de Ribadeneyra les hizo efectivo el 12 de junio de aquel último año. El montante final acordado debía ascender a unos 20.500 maravedíes.
Pero el proyecto se quedó en la Puerta del Campo, al inicio de la actual calle Santiago, en cuyas inmediaciones se levantó una fuente y un lavadero. El incumplimiento de las condiciones de la obra hizo que el maestre Yuça fuera encarcelado y que el suministro y mantenimiento de la fuente fuera encargado a otro oficial.