Muralla de Madrigal de las Altas Torres, Ávila
Su construcción debió comenzar a finales del siglo XII, cuando esa zona era fronteriza entre los reinos de León y Castilla y a lo largo del siglo siguiente se concluyó. Fueron levantadas a imitación de las de Arévalo con muros compuestos de cajones de cal y canto revocados y reforzados con ladrillos colocados horizontalmente (verdugadas) o verticalmente (rafas). Es una cerca de grandes proporciones (casi 2.300 metros y 80 torres) si bien buena parte de los muros se ha perdido y sólo subsisten unas 20 torres. Éstas suelen ser cuadrangulares aunque algunas de las que protegen las puertas son pentagonales; la mayoría de las torres son huecas a fin de facilitar una defensa activa a través de ventanas y saeteras. En algunos puntos hay tramos de barbacana o antemuralla y en todo el perímetro hubo un foso que en la actualidad está cegado casi en todas partes.El conjunto dispone de cuatro puertas denominadas con los nombres de los lugares a los que se llega desde ellas: Cantalapiedra, Medina, Arévalo y Peñaranda. La más espectacular es la de Cantalapiedra que, lamentablemente, ha sido hace poco restaurada con escaso rigor ya que se han añadido o eliminado elementos innecesariamente.