La reconstrucción del Sepulcro de la Infanta Leonor realizado por el Laboratorio de Fotogrametría Arquitectónica de la Universidad de Valladolid ha planteado dos tipos de problemas debido a las diferentes características del conjunto. Por una parte se conservan prácticamente completos -aunque sin restos suficientemente significativos de policromía- los tres leones tallados en madera que servían de apoyo al catafalco, mientras que, de éste solo ha perdurado un fragmento de madera policromada.
La primera tarea consistió en recabar información de sarcófagos contemporáneos para poder estimar unas medidas y geometría que fueran razonables y que no se desviaran estilísticamente del momento histórico en el que nos encontramos. Para ello, en compañía de D. Fernando Gutiérrez Baños, profesor de la Universidad de Valladolid, especialista en pintura medieval, se visitó el monasterio burgalés de Las Huelgas Reales donde se encuentran varios sepulcros de familiares de Doña Leonor. En concreto se recopiló información de los sepulcros de D. Fernando de la Cerda, de D. Alfonso de la Cerda, de Dña. Berenguela, de Dña. Blanca de Portugal y de Dña. Costanza. De todos ellos se realizaron croquis acotados y recubrimientos fotográficos que permitieron obtener modelos geométricos virtuales por medio de procesos fotogramétricos.
Tras la toma de datos se procesaron todos los modelos y se generó una geometría básica de cada sepulcro. La consideración de estos ejemplares y los datos históricos provenientes de una descripción del siglo XVIII, junto con la medición de los restos del que nos ocupa, nos llevaron a proponer unas dimensiones definitivas para el modelo reconstruido virtualmente.
Para el proceso de digitalización de los leones de soporte del conjunto se procedió al escaneado tridimensional de cada una de las piezas mediante un escáner láser de brazo, tras lo que se realizó un completo recubrimiento fotográfico. Ambos procesos se realizaron desplazando el equipo al Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León en Simancas.
El proceso de escaneado se realizó con un escáner láser montado sobre brazo articulado. Se trata de un dispositivo basado en la proyección de un haz plano de luz láser que traza un perfil luminoso sobre el objeto. Mediante movimientos de “barrido”, este perfil recorre la topografía del objeto permitiendo la captura de datos en 3D a lo largo de franjas de unos 12cm de anchura. Este aparato permite visualizar en tiempo real el resultado obtenido y gracias a ello se asegura la compleción de un modelo 3D que va creciendo y completándose mediante sucesivas pasadas del escáner. Cada pieza se colocó sobre la mesa de trabajo de forma que el brazo articulado del escáner permitiera capturar la mayor cantidad posible de superficie de la misma. A continuación se volteó cada pieza para llegar a aquellas superficies omitidas en la primera fase. La nube de puntos registrada por el escáner tiene un punto cada 0,5mm con una precisión en cada uno de 0,07mm
Tras completar la tarea de captura de información tridimensional de las piezas mediante escáner láser se procedió a la realización de tomas fotográficas, con la colaboración del responsable de fotografía del propio C.C.R.B.C. Para esta labor se situó cada pieza sobre un soporte giratorio de forma que fuera posible realizar todo el recubrimiento fotográfico a la misma distancia del objeto y con las mismas características de luz.
Tras el procesado de la información hemos construido dos modelos de cada pieza. El modelo derivado de los datos del escáner láser es una malla de triángulos con una resolución de 1 punto cada milímetro. Lo quebrado de algunas partes de las piezas hace inevitable que el modelo tenga áreas sin datos que dejan “agujeros” en la malla en zonas que son de difícil acceso para el haz láser del escáner, zonas que podrán ser completadas con modelos obtenidos mediante fotogrametría.
El procesado con el software Agisoft Photoscan de las tomas fotográficas ha generado un modelo fotogramétrico de cada pieza con pequeñas áreas de sombra por la falta de datos en zonas profundas de difícil acceso e iluminación.
La combinación de ambos modelos permite obtener un resultado óptimo de cada pieza en la que se combina la precisa geometría sin color del modelo láser con la textura fotográfica en color del modelo fotogramétrico.
Para la recreación de la técnica pictórica se optó por emular el proceso original seguido por el artesano y que ha sido documentado en el proceso de restauración. Para ello, en primer lugar se obtuvo un calco vectorial de cada uno de los motivos heráldicos (león y castillo) conservados. Se recrearon las diferentes texturas de cada capa mediante software de tratamiento fotográfico. Todo el proceso se ha realizado a escala 1:1 y 300 puntos por pulgada de forma que se han podido recrear cada una de las pequeñas incisiones que aparecían en el esgrafiado original.
Se han generado la planta y alzados de todo el conjunto y el modelo virtual en tres dimensiones.