Algunos de los principales santuarios abulenses y salmantinos se levantan en lugares liminares, en espacios de frontera que cuentan con un elevado valor simbólico y estratégico, lugar donde suelen resolverse conflictos de determinada naturaleza y que, en la actualidad, actúan de atractivos polos en los que confluyen romeros de varias provincias e incluso de dos países. Esto es lo que ocurre con las denominadas Siete Vírgenes Hermanas de Zamora y Portugal las cuales, por razón de parentesco, se “visitan” cada cierto tiempo. Dan lugar a unas romerías muy concurridas con romeros procedentes de lugares muy alejados, donde algunos de los rituales se desarrollan en el mismo espacio de la frontera.