Aspectos Técnicos

Un bordado para la vida

Se define el ajuar como el conjunto de muebles, ropas y enseres de uso común en las casas y una buena parte de él son las telas para uso cotidiano y las adornadas.

Existía el  ajuar ritual de boda que ha sido costumbre institucionalizada hasta hace bien poco,. La novia había ido labrando una serie de piezas importantes: el hato, la barbera, el paño velatorio y el paño de ofrendas. A este ajuar se ha denominado también arreo de boda, ajuar de boda y arca de novia. El arca de novia portaba la ropa blanca de lino que la novia había confeccionado y ornado con bordados, deshilados y encajes. La ropa de vestir se disponía en otro mueble de similar forma, pero de mayores dimensiones, el arcón.

 

 

Los motivos decorativos se repiten de forma sistemática en esta comarca, de tan gran interés etnográfico: grandes ramos florales, enmarcan simétricamente el centro del frontal, en el que a menudo también aparecen inscripciones alusivas a sus propietarios. Las tallas se enriquecen muchas veces, como en este caso, con pinturas policromadas sobre la madera de nogal, en otros tiempos tan abundante en la zona junto con la de castaño.

Días antes de la ceremonia nupcial la novia invitaba a la madre del novio y las hermanas al acto de la presentación del ajuar, la cuales lo valoraban en su cantidad y calidad. El ajuar de novia tiene por lo que representa, valor de carácter social y simbólico.

El traje novial de la mujer también lo confecciona y adorna ella misma. El paño velatorio, llamado también velo de boda es un paño de lino de forma rectangular muy acusada. La ornamentación se sitúa en los cuatro lados siendo muchos más rica en los extremos. Su función era la de cubrir a los novios durante la ceremonia de la boda.

Cómo daba mala suerte que este paño se cayera, la novia permanecía toda la ceremonia erguida y sin moverse y la madrina de boda pendiente de que la pieza estuviera bien colocada, pero no era, en  ningún caso, una toca que llevara la novia.

En las diferentes ceremonias religiosas el hombre ha ofrecido dones a Dios, la Virgen y los Santos. En las bodas se llevaban los llamados hornazos (panes, roscas o tortas que llevan huevos cocidos simultáneamente con el pan y muy extendido en Salamanca), se ofrecían cuatro y eran colocados en el momento del Ofertorio, al lado derechos de novios y padrinos y cubiertos con paños de ofrenda. Estos paños se seguirán utilizando en cuantas ceremonias religiosas hubiere y la mujer los lleva al matrimonio como parte del ajuar.

La cama y su ajuar constituyen una buena muestra del amplio abanico de obras textiles usadas en la vivienda; de sus características decorativas o de los valores y funciones asignados al tejido.

La cama nació como un conjunto de piezas textiles y los tejidos se mantuvieron como esencia y fundamento del lecho a lo largo de los siglos. En la Edad Media, la cama no se configura como un verdadero mueble, con una estructura de madera visible, sino que este armazón está cubierto por un paño o delantera de cama que suele ir decorado con bordados.

En España el lino y la lana se producían en todos los territorios en cantidad suficiente para autoconsumo familiar, evitando transportes y abaratando los costes siendo la artesanía textil una actividad del común.

El ajuar funerario también ha tenido gran importancia en todos los sectores presentando diversas piezas para diferentes ceremonias y utilidades. Para estas ceremonias la artesanía textil realizaba una serie de piezas: sudario, paño de andas, paño mortuorio, almohadón funerario, paño de sepultura, paño de entrevelas  y paño de ofrenda 

El paño funerario que se ponía sobre el cadáver se bordaba en todo el espacio con temas simbólicos de carácter religioso. Bajo la cabeza del difunto iba colocado el Almohadón funerario 

El paño de entrevelas se disponía sobre una mesa en la casa de los familiares del difunto, con candelabros y velas que se encendían todos los días.

En Egipto, en oriente son innumerables los temas entorno a la muerte. Desde antiguo las aves en general como animales que vuelan representan el alma que asciende a las regiones celestiales. En la sierra de Francia se conservaba el azúl para el color del luto y en sus bordados aparecen aves como motivo espiritual.

 

Curiosamente el Bordado Popular de la Sierra de Francia pocas veces forma motivos cristianos en sus composiciones aunque se trate de paños rituales, e incluso manteles de altares de Iglesia. Más bien añaden, dentro de sus propias composiciones florales y animalísticas elementos en deshilado que a veces son caligrafías.