Pedraza Cueva de la Griega Torre de la Hontanilla

Cueva de la Griega

Guardiana de los signos de Pedraza

Son varias las cuevas que surgen acompañando el discurrir del río Vadillo, pero hay una que ha acaparado la atención de los arqueólogos: la Cueva de la Griega. Los numerosos grabados e inscripciones que guarda en su interior la convierten en una referencia de primer orden para el estudio del arte rupestre y de la escritura romana en la Meseta Norte. La Griega nos ofrece un viaje vertiginoso por el tiempo, un recorrido que, a través de los grabados e inscripciones plasmados en sus paredes, nos lleva hasta las primeras manifestaciones artísticas del entorno de la sierra de Guadarrama.

El lugar elegido

Dónde encontrar la Cueva de la Griega

Bajo la sierra de Guadarrama, el río Vadillo serpentea en un paisaje agreste de profundos valles y crea un cañón antes de rodear la villa de Pedraza. El río ha ido generando con la erosión numerosos huecos en la roca, que asoman a lo largo de sus riberas. La Cueva de la Griega es su creación más preciada. Situada en la margen izquierda del cañón que forma el río, apenas a unos 50 metros de su cauce, destaca sobre las demás porque alberga indicios de ocupación humana desde el Paleolítico superior en adelante.

La Griega

Una cueva que viaja en el tiempo

El interior de la cueva se despliega en un recorrido sinuoso en dirección noreste-sureste. Sus diez galerías, formadas en las piedras calizas hace 100 millones de años, alcanzan un desarrollo conjunto de algo más de 200 metros. Los descubrimientos realizados en la cueva de la Griega han revelado que ha sido visitada y utilizada por grupos sociales diversos que han dejado en sus paredes variadas manifestaciones. Desde el Paleolítico Superior a las edades del Cobre y del Bronce, de la Edad del Hierro a los primeros siglos de nuestra era, los indicios de presencia humana son claros y numerosos.

Descubrimiento e investigaciones

Trabajando en la Cueva

El conjunto kárstico donde se encuentra la cueva comenzó a explorarse y estudiarse desde un punto de vista académico a partir del s. XIX. Pero los grabados prehistóricos no serían descubiertos hasta 1970, con la identificación del llamado “caballo del descubrimiento”. A partir de este momento, numerosos especialistas se han interesado en conocer, estudiar y analizar las distintas manifestaciones rupestres que guarda La Griega.

Rastros de otros tiempos

El arte rupestre de la Cueva de la Griega

La Griega nos ofrece un viaje vertiginoso por el tiempo. Un recorrido a través de los grabados e inscripciones que guardan sus paredes.

Grabados prehistóricos

Los estudios arqueológicos han descrito más de 400 motivos de arte rupestre que pueden dividirse en dos grandes conjuntos:


Grabados paleolíticos

El grueso del arte paleolítico documentado se sitúa en un periodo comprendido entre los 13.000 y los 11.500 años antes de nuestros días. En total son 119 los motivos atribuidos a distintos momentos del Paleolítico Superior. De ellos, 29 son signos y 90 son figuras que podemos identificar con caballos, ciervos, felinos, jabalíes, peces, cánidos y antropomorfos. El estudio de estos grabados paleolíticos ha permitido clasificarlos en cuatro fases cronológicas donde se percibe una evolución tanto en la composición de las figuras como en las técnicas de grabado.

Etapas
  • Primera etapa: aparecen grabados de construcción primitiva y contornos toscos.
  • Segunda etapa: surgen temas dobles: figuras humanas junto a caballos o caballos junto a ciervos.
  • Tercera etapa: se percibe una innovación en el tratamiento y colocación de las figuras.
  • Cuarta etapa: hay una cierta “monumentalidad” provocada por el gran tamaño de los grabados.
Técnicas de grabado
  • Incisión simple: es la técnica más empleada en estos grabados paleolíticos.
  • Digitalización: consiste en crear un motivo utilizando el dedo, que puede haberse impregnado antes en una materia colorante.
  • Trazo inciso: este se realiza delineando una figura ayudándose de un útil con punta.
  • Trazo discontinuo: los grabados se realizan con un golpeo repetido por percusión.

Grabados prehistóricos postpaleolíticos

Entre la Edad del Cobre y la del Hierro, estas manifestaciones pueden situarse entre el tercer y el primer milenio antes de Cristo. Se han individualizado en concreto 311 motivos de este periodo y en ellos se percibeun notable esquematismo, pues habitualmente son irregulares y de contornos poco definidos. Por eso resulta difícil ordenar estas representaciones y diferenciar unas de otras en los concurridos paneles en que comparecen.

Técnicas de grabado
  • Trazos digitales: configuran motivos sinuosos llamados meandriformes o macarroni.
  • Trazo raspado: probablemente realizados con un palo, que produce un surco irregular de perfil en “U”.
  • Grabado simple: ancho y profundo, es muy frecuente. Aparece por debajo de grabados de trazo más fino.
  • Grabado simple de perfil angular: es la técnica más habitual de este periodo. Con ella se configuran las angulaciones y los zigzags más típicos del yacimiento.
Tipos de grabados
  • Reticulados: estos pueden ser simples, cruzados o irregulares.
  • Tectiformes: variante de los reticulados más elaborada que estos, con apéndices laterales y trazos verticales prolongados.
  • Escaleriformes: pueden aparecer aislados o adosados en series.
  • Zig-zags: de mayor o menor regularidad en su ejecución.

Inscripciones latinas

En la Cueva de la Griega se han documentado, finalmente, hasta un centenar de inscripciones latinas. Estas abarcan desde mediados del siglo I d. C. hasta la época visigótica, lo que constituye un buen repertorio para comprender la romanización y la penetración de la escritura en la Meseta Norte.