Proyecto de investigación arqueológica del Castillo
El análisis arqueológico del recinto de Santa Marta, un sector amurallado situado bajo los restos del castillo viejo de Pancorbo, tiene como fin el estudio integral de la propia villa. Las labores de evaluación de los depósitos arqueológicos realizadas durante los años 2014 y 2015 han permitido reconocer la existencia dentro de este recinto de un barrio medieval abandonado hacia finales del siglo XV.
En este lugar, que desde entonces se ha mantenido como espacio de cultivo, se han documentado, en un espacio de unos 400 metros cuadrados, viviendas construidas con zócalos de piedra, alzados de tapial o de adobes y tejados de teja, reformadas hasta en cuatro ocasiones entre los siglos XIV y XV. El inventario y estudio sistemático de las arquitecturas ha llevado al análisis del recinto amurallado medieval, reformado en distintas ocasiones, y de las técnicas constructivas empleadas en las viviendas, identificables aún hoy en el caserío de la villa. El hallazgo de lámparas rituales y el estudio de la alimentación a través de los restos de fauna permiten identificar este asentamiento con la judería, abandonada tras la expulsión de este pueblo decretada por los Reyes Católicos en 1492.
Entre los restos recuperados hay también una amplia colección cerámica que revela aspectos fundamentales de la historia de la villa. Así, fragmentos de vasijas de la Edad del Hierro permiten pensar que la más antigua ocupación pudo tener lugar en aquel momento. Otros esmaltados y de origen islámico (siglos X-XI) son en su género los más septentrionales descubiertos hasta la fecha en la Península. No obstante, las cerámicas más significativas proceden de los contextos bajomedievales: producciones propias de Valencia, Teruel, el alto Ebro o el valle del Duero muestran algunas de las conexiones comerciales que mantenía la villa bajomedieval.