Campañas de intervenciones 2017 en la Sierra de Atapuerca, Patrimonio de la Humanidad. Cueva Fantasma, Fuente Mudarra y Cueva de El Mirador
Entre el 18 de junio y el 25 de julio de 2017 se desarrolló la campaña de intervenciones en los siguientes yacimientos de la Sierra de Atapuerca: Sima del Elefante, Gran Dolina, Galería, Cueva Fantasma, Cueva de El Mirador, Fuente Mudarra y en los yacimientos de Cueva Mayor.
Cueva Fantasma es un conducto del sistema kárstico de la Sierra de Atapuerca recientemente descubierto y, por tanto, poco conocido. El proyecto de investigación se ha focalizado en la limpieza, la topografía y la obtención de datos para organizar las unidades litoestratigráficas, bioestratigráficas y geocronológicas.
Cueva Fantasma fue afectada por la cantera de extracción de caliza que cerró a finales de los años 70 del pasado siglo, la cual dejó al descubierto un relleno fosilífero con una superficie aproximada de 400 metros cuadrados. A resultas de estas actividades, se vació una parte del relleno pleistoceno, dejando en la actualidad un escalón de unos 5 m de altura.
Los trabajos de campo de 2017 han permitido limpiar el área y hacer aflorar la superficie del relleno de la cueva, así como una las bocas de entrada del conducto. Se han realizado 6 sondeos mecánicos que indican un grosor de sedimentos de entre 5 y 14 metros, lo cual sugiere un enorme potencial arqueológico de la cavidad. Se han obtenido listas preliminares de macro y microvertebrados, los cuales, junto al hallazgo de un resto craneal humano atribuido a Homo neanderthalensis en las unidades superiores, apuntan a un intervalo temporal de entre 400.000 y 30.000 años. Este intervalo es inédito en las excavaciones llevadas a cabo en la Sierra de Atapuerca, lo cual confiere a Cueva Fantasma una inusitada importancia a la hora de complementar una historia de continuidad en el poblamiento humano de la Sierra.
Fuente Mudarra es uno de los 30 asentamientos neandertales al aire libre que conocemos en la Sierra de Atapuerca. Se localiza en la margen izquierda del río Pico, en una plataforma horizontal ligeramente elevada del valle fluvial. Se trata de un enclave excepcional con zonas boscosas y claros, entre los que se encuentran nódulos de sílex neógeno, la materia prima con la que los neandertales realizaron sus herramientas.
En Fuente Mudarra hemos abierto 12 metros cuadrados del yacimiento, y hemos identificado 14 niveles, 6 de los cuales contienen un nutrido conjunto de herramientas líticas de factura musteriense. Estos niveles delatan, al igual que otros yacimientos excavados, que los grupos neandertales visitaron la Sierra y controlaron este valle repetidamente desde hace 70.000 hasta hace 40.000 años.
Durante las excavaciones de 2017, se han recuperado núcleos, lascas, lascas retocadas y restos de talla, lo que evidencia que en este lugar se realizaron labores de talla. Además, los estudios traceológicos de algunas piezas demuestran que fueron utilizadas sobre piel y madera, lo que evidencia diferentes labores dentro del asentamiento.
En la cueva de El Mirador finaliza la campaña 2017 excavando niveles del Neolítico final, de unos 5.000 de antigüedad, relacionados con el uso de la cavidad como cueva redil. Destaca la presencia de gran cantidad de restos de ovicápridos, principalmente fetos, neonatos e infantiles, que indican que durante este período la cueva, o parte de ella, fue usada para estabular animales en periodo de gestación y de lactancia. Este hecho permite constatar que la práctica de separar estos animales del resto del rebaño durante el período de cría, habitual en la actualidad, se remonta a las primeras fases de la implantación de la ganadería en la Península Ibérica.
Por otra parte, durante las primeras semanas de excavación se intervino sobre un nivel atribuido, a la espera de dataciones, al Calcolítico/Neolítico final, en el que se documentaron nuevas evidencias de canibalismo, anteriores cronológicamente a las descubiertas en 1999 en niveles del Bronce antiguo con una antigüedad de unos 3.800 años. Asimismo, se han seguido recuperando restos humanos, entre ellos dos cráneos completos, procedentes del sepulcro colectivo calcolítico de hace unos 4.500 años, excavado en las últimas campañas.