Mejorar el acceso a servicios sanitarios básicos mediante la dotación de medicamentos y la implementación de clínicas móviles para garantizar el acceso en las zonas más afectadas por las inundaciones, en Estado de Jonglei, Sudán del Sur.
Adyacente al río Nilo, el condado de Twic East, en Sudán del Sur, es propenso a las inundaciones estacionales. No obstante, entre agosto y noviembre de 2020, los altos niveles de agua y las fuertes lluvias provocaron que todos los asentamientos en la frontera occidental del condado quedaran sumergidos afectando gravemente a las carreteras principales que conectan la comarca con el norte y el sur y sobre todo las infraestructuras sanitarias básicas generando que más de 109.000 personas (49.050 hombres y 59.950 mujeres) se vean afectadas en Twic East, aunque la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) estima que 650.000 personas serán afectadas en 2021 por las inundaciones. Hasta ahora alrededor de 466.000 personas se han visto impactadas y desplazadas desde mayo de 2021, de las cuales 187.000 personas en el Estado de Jonglei (40%), siendo las mujeres y niños/as, la población más afectada. Las comunidades ubicadas a lo largo del Nilo Blanco han huido a zonas más altas de la región para escapar de las inundaciones. Unas 113 escuelas han sido afectadas por las inundaciones y un tercio de ellas están ahora ocupadas por desplazados internos, de las cuales 53 en el Estado de Jonglei.
Así mismo, no puede olvidarse que la presente crisis, se ha producido en un contexto históricamente marcado por decenios de conflicto armado, desplazamiento masivo de la población, inseguridad generalizada y falta de financiación pública, lo cual ha provocado que el sistema de atención de la salud, así como el estado de salud de la población de Sudán del Sur haya sido enormemente afectada. Pese al acuerdo de paz de 2018, el contexto económico, social y sobre todo sanitario sigue siendo crítico.
La combinación de inundaciones con conflictos en curso, desplazamientos, altos niveles de inseguridad alimentaria y brotes de enfermedades han aumentado las necesidades de las personas en Sudán del Sur. El acceso es un reto importante, ya que la mayoría de las zonas afectadas por las inundaciones son inaccesibles por carretera y el transporte de ayuda por vía aérea es muy costoso. La capacidad y los suministros son limitados y deben proporcionarse por medio de canoas y botes que son fundamentales para que los equipos móviles lleguen a las personas que permanecieron aisladas por las inundaciones.
Población beneficiaria directa:
La intervención beneficiará a 60.545 personas, de las que 33.300 son mujeres