Contexto de actuación:
El Salvador es un Estado republicano, con gobierno elegido en el marco y según las reglas de la democracia representativa. Se estructura en 262 municipios regidos por Consejos Municipales que son presididos por alcaldes o alcaldesas elegidos cada 3 años. La población actual de El Salvador supera los 6.200.000, (52.72% de mujeres frente al 47,28% de hombres). La tasa de densidad poblacional se sitúa alrededor de los 294 habitantes por Km.2, siendo uno de los países más densamente poblados de América Latina. La distribución de la población es bastante desigual, concentrándose el 27,16% del total en el área metropolitana de San Salvador. Se estima que un 62,52% de la población reside en áreas urbanas frente al 37,48% de carácter rural, una tendencia que se incrementará en los próximos años por los asentamientos en las zonas marginales de las áreas urbanas. El Salvador se encuentra entre los países de América Latina que menos recaudan e invierten en servicios sociales, haciendo cada vez más urgente una reforma fiscal integral, útil para cubrir los servicios de la deuda pública, atender los compromisos relacionados con la deuda provisional, alcanzar cobertura universal en servicios sociales básicos y atender otras necesidades urgentes. La población salvadoreña vive en su gran mayoría de la economía campesina. El sector rural muestra los índices más elevados de pobreza extrema. La desnutrición, constante en cada región del país y en amplias capas de la población nacional, afecta especialmente a los sectores más vulnerables (mujeres y niños/as), que sufren malnutrición crónica en porcentajes inaceptables y su alimentación no cubre ni siquiera los requerimientos energéticos mínimos diarios, de hecho Torola, en el Departamento de Morazán, presenta porcentajes de desnutrición de hasta un 24% en su población infantil, de las más elevadas del país, según datos obtenidos por el Sistema de Integración Centroamericana a través del Programa PRESSANCA. El acceso al agua potable y el saneamiento está también muy vinculado con esto índices de desnutrición crónica presentes en el municipio. El Salvador ha sido dividido en un “mapa de pobreza” donde las categorías son: pobreza extrema severa, pobreza extrema alta, pobreza
extrema moderada y pobreza extrema baja, dentro de las cuales se ubican los 262 municipios. Torola, el municipio de intervención del proyecto, es el más pobre del país con un porcentaje d pobreza del 88.5%, y un porcentaje de pobreza severa del 66.5%. Todo el territorio se encuentra en situación de pobreza extrema, lo que es reflejo de la compleja situación económica que atraviesa el país. Según el PNUD persisten los siguientes desafíos: La pobreza continúa siendo elevada y no se contabiliza en términos reales: Persistencia de una peor situación para la población del área rural; Aumento de las desigualdades en la distribución del ingreso; y el déficit en el acceso a servicios sociales básicos continúa siendo muy elevado. La red pública, enfrenta una permanente crisis, basada en la imposibilidad de brindar atención a todo tipo de enfermedades, poniendo como eje de la problemática, la falta de recursos con los que se cuenta. El perfil epidemiológico se encuentra altamente determinado por las coyunturas sociales y demográficas, con alta prevalencia de enfermedades relacionadas con el medio ambiente, por las condiciones en que se encuentra la población al no poder cubrir las necesidades básicas como alimentación, agua, saneamiento básico, carencias en el sistema educativo e inaccesibilidad a este, estilos de vida, entre otros. Entre las características más importantes de apuntar en relación al sector salud en El Salvador se tienen: Inequidad en la prestación del servicio; Inadecuada cobertura; Más de la tercera parte de la población que se enferma no busca o acude a servicios de salud porque los gastos se deben asumir casi en su totalidad y/o porque los servicios son inaccesibles; La poca atención de las determinantes sociales en salud (acceso al agua potable, vivienda adecuada, seguridad, empleo, entre otros) y prevalencia de enfermedades que representan el perfil epidemiológico del país que representa la morbilidad y causas de muerte; Marcos legales inadecuados y sin eficiente implementación; Falta de programas y/o acciones incluyentes; Poca participación ciudadana en temas de contraloría social en salud y exigencia del derecho humano a esta. El perfil de morbilidad en El Salvador responde a los niveles de pobreza y a causas relacionadas con el desarrollo, tales como la urbanización, la industrialización, y otras. Entre las primeras diez causas más frecuentes de morbilidad están las infecciones de vías respiratorias, infecciones de vías urinarias, enfermedades transmisibles transmitidas por vectores como la malaria (dengue), enfermedades del sistema digestivo (parasitismo intestinal), diarreas, desnutrición, los traumatismos, las complicaciones del embarazo, el parto y puerperio, Influenza, neumonías y bronconeumonías, enfermedades del sistema circulatorio, tumores y diabetes.
Descripción de la intervención:
El Salvador es un Estado republicano, con gobierno elegido en el marco y según las reglas de la democracia representativa. Se estructura en 262 municipios regidos por Consejos Municipales que son presididos por alcaldes o alcaldesas elegidos cada 3 años. La población actual de El Salvador supera los 6.200.000, (52.72% de mujeres frente al 47,28% de hombres). La tasa de densidad poblacional se sitúa alrededor de los 294 habitantes por Km.2, siendo uno de los países más densamente poblados de América Latina. La distribución de la población es bastante desigual, concentrándose el 27,16% del total en el área metropolitana de San Salvador. Se estima que un 62,52% de la población reside en áreas urbanas frente al 37,48% de carácter rural, una tendencia que se incrementará en los próximos años por los asentamientos en las zonas marginales de las áreas urbanas. El Salvador se encuentra entre los países de América Latina que menos recaudan e invierten en servicios sociales, haciendo cada vez más urgente una reforma fiscal integral, útil para cubrir los servicios de la deuda pública, atender los compromisos relacionados con la deuda provisional, alcanzar cobertura universal en servicios sociales básicos y atender otras necesidades urgentes. La población salvadoreña vive en su gran mayoría de la economía campesina. El sector rural muestra los índices más elevados de pobreza extrema. La desnutrición, constante en cada región del país y en amplias capas de la población nacional, afecta especialmente a los sectores más vulnerables (mujeres y niños/as), que sufren malnutrición crónica en porcentajes inaceptables y su alimentación no cubre ni siquiera los requerimientos energéticos mínimos diarios, de hecho Torola, en el Departamento de Morazán, presenta porcentajes de desnutrición de hasta un 24% en su población infantil, de las más elevadas del país, según datos obtenidos por el Sistema de Integración Centroamericana a través del Programa PRESSANCA. El acceso al agua potable y el saneamiento está también muy vinculado con esto índices de desnutrición crónica presentes en el municipio. El Salvador ha sido dividido en un “mapa de pobreza” donde las categorías son: pobreza extrema severa, pobreza extrema alta, pobreza
extrema moderada y pobreza extrema baja, dentro de las cuales se ubican los 262 municipios. Torola, el municipio de intervención del proyecto, es el más pobre del país con un porcentaje d pobreza del 88.5%, y un porcentaje de pobreza severa del 66.5%. Todo el territorio se encuentra en situación de pobreza extrema, lo que es reflejo de la compleja situación económica que atraviesa el país. Según el PNUD persisten los siguientes desafíos: La pobreza continúa siendo elevada y no se contabiliza en términos reales: Persistencia de una peor situación para la población del área rural; Aumento de las desigualdades en la distribución del ingreso; y el déficit en el acceso a servicios sociales básicos continúa siendo muy elevado. La red pública, enfrenta una permanente crisis, basada en la imposibilidad de brindar atención a todo tipo de enfermedades, poniendo como eje de la problemática, la falta de recursos con los que se cuenta. El perfil epidemiológico se encuentra altamente determinado por las coyunturas sociales y demográficas, con alta prevalencia de enfermedades relacionadas con el medio ambiente, por las condiciones en que se encuentra la población al no poder cubrir las necesidades básicas como alimentación, agua, saneamiento básico, carencias en el sistema educativo e inaccesibilidad a este, estilos de vida, entre otros. Entre las características más importantes de apuntar en relación al sector salud en El Salvador se tienen: Inequidad en la prestación del servicio; Inadecuada cobertura; Más de la tercera parte de la población que se enferma no busca o acude a servicios de salud porque los gastos se deben asumir casi en su totalidad y/o porque los servicios son inaccesibles; La poca atención de las determinantes sociales en salud (acceso al agua potable, vivienda adecuada, seguridad, empleo, entre otros) y prevalencia de enfermedades que representan el perfil epidemiológico del país que representa la morbilidad y causas de muerte; Marcos legales inadecuados y sin eficiente implementación; Falta de programas y/o acciones incluyentes; Poca participación ciudadana en temas de contraloría social en salud y exigencia del derecho humano a esta. El perfil de morbilidad en El Salvador responde a los niveles de pobreza y a causas relacionadas con el desarrollo, tales como la urbanización, la industrialización, y otras. Entre las primeras diez causas más frecuentes de morbilidad están las infecciones de vías respiratorias, infecciones de vías urinarias, enfermedades transmisibles transmitidas por vectores como la malaria (dengue), enfermedades del sistema digestivo (parasitismo intestinal), diarreas, desnutrición, los traumatismos, las complicaciones del embarazo, el parto y puerperio, Influenza, neumonías y bronconeumonías, enfermedades del sistema circulatorio, tumores y diabetes.
Objetivos:
Contribuir al cumplimiento del derecho al agua segura y saneamiento ambiental, en el municipio de Torola, departamento de Morazán.
Población beneficiaria directa:
Total: 950 Mujeres: 481
Población beneficiaria indirecta:
2.708 personas (1.219 mujeres)
Modalidad de cooperación:
Cooperación económica no reembolsable
Sector de intervención:
Acceso al agua potable
Fecha de concesión:
24 de octubre de 2016
Período de ejecución:
01/01/2017 a 31/12/2017
Localización geográfica:
Entidad beneficiaria:
Farma Mundi
Socio local:
Asociación Salvadoreña para la Promoción de la Salud (ASPS)
Coste total del proyecto:
244.385 €
Financiación concedida por la JCyL:
135. 360 euros
Organismo:
Consejería de la Presidencia
Información adicional:
Acceso a Agua Potable. Habitabilidad básica y saneamiento