Contexto de actuación:
Burkina Faso es un país de África del Oeste limítrofe con Mali, Níger, Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benín y dividido en 13 regiones administrativas y 45 provincias. Está clasificado por el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) como país menos adelantado (PMA), es decir, un país de renta baja que sufre graves desventajas estructurales en cuanto a activos humanos (nutrición, salud, educación y alfabetización) y vulnerabilidad económica.
Efectivamente, en 2009 el 46.7% de la población vivía bajo el umbral de la pobreza y, según el último estudio de Naciones Unidas (NNUU, 2013), Burkina Faso ocupa el puesto 181 sobre 187 países en función su Índice de Desarrollo Humano (IDH), calculado en 0.388, inferior a la media de África Subsahariana (0.475). Según datos de NNUU, el componente educación es la que menos aporta al IDH, por debajo incluso de las componentes salud o nivel de vida. Si bien es cierto que los indicadores en materia de educación son alarmantes –por ejemplo, el 70% de la población adulta es analfabeta, la duración media de escolarización de una persona es de 1.3 años frente a 7.5 años de media mundial y la tasa neta de escolarización primaria es de 62.2%- no se puede obviar la crítica situación de otros sectores. En materia de salud, la mortalidad infantil de menores de 5 años se sitúa en 88.6 por cada 1.000 nacidos (frente a 4.10 en España) y la esperanza de vida es de 56.3 años frente a 82.40 en España. En materia de derechos humanos, en lo que respecta al derecho al agua y al saneamiento, Burkina Faso se ha comprometido con numerosas declaraciones, sin embargo el progreso en algunas de ellas es bastante limitado. Según Washwatch, el progreso realizado en el apoyo del derecho al agua y saneamiento mejorados como derecho humano esencial para el desarrollo de la vida y de los humanos es limitado: si bien la resolución fue votada a favor en la asamblea de 2010 de Naciones Unidas, el derecho no está explícitamente reconocido en las políticas o leyes nacionales. Según la misma fuente, Burkina Faso destina menos del 0.5% del producto interior bruto a saneamiento e higiene y no utiliza enfoques que focalicen su impacto en los más vulnerables (es decir, población empobrecida, mujeres, infancia o personas con necesidades especiales). Por otra parte, si bien el Objetivo de Desarrollo del Milenio se ha alcanzado en lo que concierne al acceso a agua mejorada, el progreso en materia de saneamiento ha sido limitado o nulo. Respecto a la economía, la agricultura representa el 32% del producto interior bruto y da trabajo al 92% de la población activa. Se destaca el cuidado de ganado y el cultivo, en el sur y sudeste, de sorgo, mijo, maíz, cacahuete, arroz y algodón.
Actualmente Burkina Faso se encuentra saliendo de un proceso de transición liderado por un Gobierno provisional, seguido de la deportación del ex presidente Blaise Campaoré como fin de los levantamientos y revueltas de octubre 2014. A nivel regional, la estabilidad de Burkina Faso se ve amenazada por el avance de grupos terroristas en los países limítrofes como Mali o Níger.
Descripción de la intervención:
La intervención tiene como objetivo general contribuir a garantizar el derecho a los servicios colectivos de agua y saneamiento de los colectivos más vulnerables de la provincia de Seno en la región del Sahel, donde la situación de acceso a los servicios básicos en la zona rural es crítica: 24% y 93% de la población sin acceso a agua o saneamiento, respectivamente. La falta de acceso a nivel domiciliar y comunal (por ejemplo, en las escuelas) influye en la prevalencia de enfermedades de origen hídrico en la infancia (56.8% de las consultas de niños de menos de 5 años en los centros de salud son relativas a enfermedades diarreicas). El objetivo específico es garantizar el acceso y la gestión sostenible de los servicios básicos de agua, saneamiento e higiene en 6 escuelas y entornos escolares, según estándares internacionales, en la provincia de Seno (Sahel, Burkina Faso). Esto se alcanza a través de tres resultados relacionados con el acceso, la apropiación y la sostenibilidad del derecho humano al agua: (R1) 422 niños y 411 niñas de las escuelas de intervención tienen acceso a infraestructuras de agua y saneamiento funcionales según los estándares internacionales y nacionales; (R2) Mejorados los hábitos higiénicos y de saneamiento en la escuela y su entorno y (R3) Aumentadas las capacidades de gestión, de los responsables y de los usuarios.
La concepción del proyecto sigue el enfoque de derechos humanos, adoptando la interpretación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial el objetivo nº6 para Garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos. De esta manera, los criterios de asequibilidad, aceptabilidad, igualdad y no discriminación, son intrínsecos.
La intervención se centra en las niñas y niños, población más vulnerable según el análisis multidimensional de la pobreza, y se apoya en los titulares de responsabilidades (profesorado, familias, organizaciones) para implementar una estrategia participativa que proporciona empoderamiento, considerando a las personas como agentes principales de su propio desarrollo.
Objetivos:
Promovido el ejercicio del derecho a los servicios colectivos de agua y saneamiento en los entornos escolares de las escuelas de intervención en la provincia de Seno, región del Sahel, Burkina Faso.
Población beneficiaria directa:
1.223 personas, de las cuales 422 niños, 411 niñas, 192 hombres y 198 mujeres.
Población beneficiaria indirecta:
30.000 habitantes
Modalidad de cooperación:
Cooperación económica no reembolsable
Sector de intervención:
Acceso al agua potable y saneamiento básico
Fecha de concesión:
24 de octubre de 2016
Período de ejecución:
01/07/2016 – 31/12/2017
Localización geográfica:
Entidad beneficiaria:
CRUZ ROJA
Socio local:
Cruz Roja Burkinabé
Coste total del proyecto:
253.288 €
Financiación concedida por la JCyL:
158.000 euros
Organismo:
Consejería de la Presidencia
Información adicional:
Agua y saneamiento