Contexto de actuación:
El proyecto se desarrolla en la zona rural transfronteriza del Sur de Kolda, área prioritaria de la Cooperación Española al tratarse de una de las zonas más deprimidas y aisladas del país, con un bajo Índice de Desarrollo en relación al resto del país y un amplio porcentaje de población que vive por debajo del umbral de la pobreza. La población es mayoritariamente analfabeta y tiene como único medio de subsistencia la actividad agrícola, pecuaria bovina o la explotación de algunos recursos forestales, y con un tipo de estructura social -marcada por la religión musulmana- en el que las mujeres están fuertemente discriminadas. Otro factor que ha incidido en el singular aislamiento y empobrecimiento de esta región en comparación al resto país es el conflicto armado sufrido entre 1990 y 2010 por los movimientos independentistas de Casamance. Este conflicto perjudicó seriamente las relaciones comerciales de esta región con el resto de país, dejando además familias de desplazados divididas a ambos lados de la frontera.
Situación económica: La debilitada economía de esta región es fuertemente dependiente del sector agrícola tradicional, donde se emplea la gran mayoría de la población produciendo básicamente para la propia subsistencia. La zona fronteriza en la que se propone la intervención comprende un área especialmente susceptible a la explotación indebida de sus recursos agrícolas y forestales debido a que la presencia del Estado en esta zona rural aislada y tan alejada de la capital es prácticamente nula.
Situación nutricional: según la ENSAN 2013 (Encuesta Nacional sobre la Seguridad Alimentaria y la Nutrición, anexo 5.4.1.), Kolda es la tercera región del país con mayor índice de desnutrición global crónica y más de un 50% de la población del medio rural vive en situación de inseguridad alimentaria. Las principales conclusiones del estudio que AIDA realizó en 2014 en la zona en colaboración con el Máster de Agroecología de la Universidad Internacional de Andalucía (anexo 5.4.4.) han puesto de relieve que: 1. Las familias de esta zona se encuentran en inseguridad alimentaria y subalimentación prácticamente todo el año. 2. El acceso a los alimentos se ve limitado tanto por su escasa disponibilidad como por la escasa capacidad de compra que tienen las familias. 3. El 68% de las mujeres encuestadas habían pasado un día o más sin comer en los últimos tres meses. Desde entonces la Asociación AIDA ha trabajado por paliar la situación, mejorando la dieta nutricional a través de la implementación de huertas comunitarias, aunque en estos momentos no se puede dar respuesta a todas las demandas por parte de los grupos de mujeres.
Baja capacidad de resiliencia: en una región donde la mayoría de la población subsiste gracias a la producción del maíz, el mijo, el arroz y el cacahuete (productos altamente dependientes de las lluvias estacionales) cualquier alteración en los patrones de pluviosidad tiene consecuencias nefastas para estas comunidades, que además ni siquiera consumen estos productos (exceptuando el arroz) sino que los venden como medio para generar ingresos con los que comprar otros alimentos (culturas de renta). Es por ello que la producción de hortalizas durante la época seca se complementa perfectamente con su sistema de agricultura tradicional sin que éste se vea alterado. Además, el proyecto apuesta por técnicas innovadoras en agroecología (que reutilizar recursos orgánicos para renunciar a los químicos) y técnicas de transformación y conservación de productos, destinadas sobre todo a fomentar el autoconsumo de muchos productos perecederos durante todo el año, y no solo durante la estación en la que son producidos (ejemplo mango, marañon, tomate – anexo 6.5.) en lugar de estacional que va a permitir a las comunidades poder responder frente a estos cambios en los patrones climáticos.
Situación de las mujeres: a finales de 2014 se realizó un estudio en colaboración con la Universidad de Pavía (anexo 5.4.3.) sobre las desigualdades de género en la zona de actuación en donde las principales conclusiones han sido: 1. Aunque las mujeres participan de la mayoría de las actividades productivas con su trabajo, tan sólo tienen acceso a la gestión y control en la horticultura y el cultivo del arroz. 2. Son discriminadas en la posesión de la tierra, de las que es siempre el marido el titular de la propiedad. 3. Sus jornadas de trabajo son comparativamente mucho más largas que las de sus maridos, puesto que además de participar de las actividades productivas tienen la responsabilidad de todas las actividades reproductivas (cuidado del hogar) sin apenas presencia en las actividades sociales o comunitarias. 4. Se han detectado casos de mutilación genital femenina, violencia de género o matrimonios precoces, estos últimos asociados sobre todo a la poligamia.
Descripción de la intervención:
La intervención se desarrolla en la línea de frontera entre Senegal y Guinea-Bissau (una de las zonas más afectadas por la Malnutrición Crónica Global – ENSAN 2014) y pretende apoyar no solo a seis nuevos grupos de mujeres mediante la creación de huertas comunitarias sino que además, por primera en la zona, se pondrá en funcionamiento un centro piloto de formación agrícola que beneficiará a todos los campesinos/nas de la región en aspectos nutricionales y agrícolas (al menos 19 grupos de mujeres campesinas adicionales se formarán en este centro durante la duración del proyecto). La intervención está vertebrada sobre tres ejes:
- Ampliación de la red de huertas comunitarias. Mediante la creación de 7 nuevas huertas gestionadas por mujeres replicando el modelo que AIDA y sus socios implementan desde el año 2008, que está dando excelentes resultados en la zona de intervención (anexo 5.6.3.2 y 5.4.16) que además está teniendo una gran demanda entre los grupos de mujeres de la zona (recibidas más de 40 solicitudes de grupos de mujeres – anexo 5.6.4.1). Gracias a este proyecto, 669 mujeres podrán mejorar su alimentación y la de sus familias (en cantidad y calidad) al mismo tiempo que aumentan sustancialmente sus ingresos. El proyecto promoverá además la comercialización de los excedentes en los desabastecidos mercados locales de la zona.
- Mejoras nutricionales para 2.000 familias: mediante la promoción y la extensión del cultivo de la Moringa (árbol autóctono con 7 veces más vitamina C que las naranjas, 4 veces más vitamina A que las zanahoria, 4 veces más calcio que la leche, etc.) y el boniato (patata dulce roja) rico en vitamina A y ácido fólico, recomendado para menores y mujeres embarazadas (anexo 5.4.12 y 13)
- Aumento de la Resiliencia: mediante la formación en técnicas agro-ecológicas innovadoras, como la multiplicación y conservación de semillas locales, o el tratamiento fitosanitario de plantas a través de productos orgánicos, que permitirán evitar el uso de productos químicos y ahorrar costes entre los campesinos.
AIDA y MJPI tienen contrastada experiencia en la zona de intervención con intervenciones similares y cuentan además con el interés y apoyo manifiesto de autoridades locales y comunidad.
Objetivos:
Contribuir a la erradicación de la Malnutrición Crónica Global en Senegal
Población beneficiaria directa:
Total: 1.999 Mujeres: 1.999 (100%)
Población beneficiaria indirecta:
30.000 habitantes
Modalidad de cooperación:
Cooperación económica no reembolsable
Sector de intervención:
Soberanía alimentaria
Fecha de concesión:
24 de octubre de 2016
Período de ejecución:
01/01/2017 a 31/12/2017
Localización geográfica:
Entidad beneficiaria:
AIDA
Socio local:
MJPI, Mouvement des Jeunes pour la Paix el l´Integration
Coste total del proyecto:
246.689 €
Financiación concedida por la JCyL:
154. 840 euros
Organismo:
Consejería de la Presidencia
Información adicional:
Soberanía Alimentaria