La calzada sigue discurriendo entre dehesas con terrenos llanos y espacios abiertos, entre los términos municipales de Valdefuentes de Sangusín y Navalmoral de Béjar, acercándose al paso del río Sangusín y entrando en el término municipal de Valverde de Valdelacasa.

 

Este miliario fue recogido hace ya largos años en las inmediaciones de la Laguna de La Dehesa, finca de titularidad municipal en el término de Navalmoral de Béjar, por lo que inicialmente se relacionó con la milla 140. Sin embargo, Gillani y Santonja (2001) y más tarde ambos con Macarro (2007) consiguieron transcribir el numeral -CXLII-, por lo que sabemos ahora que marcaba la milla 142, en el paso del citado río, milla que también señaló otro miliario de similar numeral (número 23), que se encuentra colocado allí actualmente.

 

El miliario se encontraba a la salida de Guijuelo (dirección Béjar), en el lateral derecho de la carretera, en los jardines de unas viviendas del antiguo Ministerio de Obras Públicas (MOPU). Suponemos que debió de instalarse bien vertical, pero parece que había cedido con el paso del tiempo, ya que era visible con una leve inclinación. La bibliografía especializada da por sentado que el miliario procede de la zona de la Laguna de la Dehesa, sin poder concretar más.

 

Según información proporcionada por el vigilante de las instalaciones donde se encontraba el miliario poco antes de procederse al traslado, el mismo había sido traído a mediados de los años noventa de los almacenes que Fomento tuvo en el depósito de La Pinilla, en las afueras de la ciudad de Salamanca, quedando instalada donde era visible en ese momento, sustituyendo a otro que se encontraba en el mismo lugar y que fue llevado de nuevo a la calzada por iniciativa de la Asociación de Amigos del Museo de Salamanca, el correspondiente a la Ficha 19, columna anepigráfica hoy día visible unos metros al Norte de la milla 140.

 

Coordenadas:

UTM: Huso 30 / 263.045,63 m / 4.483.053,34 m

Polares: 40º 27’ 51,78’’ N / 5º 47’ 41,28’’ W

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El traslado a la calzada de este miliario 24 tuvo lugar el 28 de noviembre de 2008, dentro de la primera fase de recolocaciones promovida por la Junta de Castilla y León. Se cree que la columna estuvo situada en la milla 142, tras haber podido ser leído el numeral, no sin dificultad, por los ya citados investigadores. El miliario se emplazó unos metros más al norte, en el lateral izquierdo del margen de la calzada, en una zona donde el terreno se eleva con respecto al firme del camino. Frente a este miliario se encuentra instalado desde el 4 de febrero del 2006 el correspondiente al número 23, que tras largos años en Madrid, concretamente en el patio de operaciones del antiguo ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, en Nuevos Ministerios, volvió a su antigua ubicación en la Vía de la Plata.

 

El traslado y reposición del miliario que nos ocupa, Guijuelo 1, exigió extremar las precauciones, debido a la presencia de una profunda grieta que se observaba en su tercio inferior. Como consecuencia de ello, y previamente a ser liberado del terreno, el servicio de restauración del Museo de Salamanca hubo de ocuparse de su consolidación, para evitar que la profunda grieta terminara de abrirse en el proceso de traslado a la vía. Los trabajos de consolidación se extendieron entre el 26 y el 28 de noviembre, hasta el mismo momento en que se procedió al traslado. El proceso completo se puede resumir en los siguientes términos. El miliario fue objeto de consolidación in situ, en el lugar donde se encontraba, rellenándose la grieta con una sustancia altamente adherente. El intenso frío reinante en aquellos días dificultó notablemente estos trabajos, así como los resultados derivados de los mismos. Una vez consolidado, dos días antes de la fecha prevista para el traslado fue liberado del terreno y depositado mediante una grúa pluma de brazo hidráulico telescópico en las inmediaciones, dentro de las propias dependencias de Fomento, sobre un lecho de arena fluvial, siendo entibado con tablones, donde permaneció hasta el mismo día del traslado, que tuvo lugar el 28 de noviembre.

 

El sistema seguido para el traslado y la recolocación en la vía fue el habitual, con la salvedad de que aquí hubieron de extremarse las precauciones para evitar una fractura de última hora de la pieza. El miliario, envuelto en la consabida manta y en una estructura de tablones fuertemente cinchados entre sí, se izó con una grúa pluma de mayores dimensiones, dado que el lugar donde se iba a reponer se encontraba en un pequeño alto, más inaccesible de lo habitual. Se cargó en camión, siendo llevado hasta su lugar de recolocación en la vía, en la milla 142. Se descargó de nuevo del camión con la grúa de brazo hidráulico telescópico de 24 metros y se alojó verticalmente en el hueco practicado anteriormente al efecto, con relleno de cemento en el fondo, reforzado con mallazo metálico. Tras protegerse la zona de la base con un aislante se insertó en el hueco. Seguidamente se calzó y se aplomó, rellenándose a continuación el vacío restante con cemento y cubriéndose finalmente con tierra.

 

Al acto de recolocación de esta columna asistieron algunos de los artífices que posibilitaron su vuelta a la calzada, entre ellos el Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca, el Jefe de Servicio del Servicio Territorial de Cultura y el Arqueólogo del referido Servicio.

 

Se trata de una gruesa columna miliaria de granito con altura total visible (antes de la extracción) de 145 centímetros, 55 centímetros de diámetro y 165 centímetros de perímetro. Presentaba una gran factura a 37 centímetros del suelo, que afectaba a ¼ del cilindro, hecho que motivó su consolidación antes de procederse a su traslado a la calzada, a lo que ya nos hemos referido. Cuando se procedió a la extracción se pudo comprobar que contaba con basamento bien definido, posiblemente cúbico aunque muy deteriorado y desgastado, casi informe, con un alzado de en torno a 35 centímetros.

La superficie del miliario estaba muy erosionada, lo que hizo materialmente imposible distinguir la inscripción epigráfica y el numeral. Gillani, Santonja y Macarro (2007) pudieron llevar a cabo una lectura parcial, atribuyéndolo seguramente al emperador Nerón, dentro del año 58 d. de C. Según estos autores las letras cuentan con una altura de entre 6 y 7 centímetros, mientras que el numeral cuenta con entre 9 y 10 centímetros.

 

 […] I […]

[…] V COS […] V[…] V […]

CXLII

 

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(Gillani, Santonja y Macarro, 2007)

 

DOMÍNGUEZ GARRIDO, U. (2006): “Miliarios extravagantes de la calzada romana de la Plata”. El Nuevo Miliario. Nº 2. (pp. 11-13)

GILLANI, G. Y SANTONJA, M. (2001): “Prospección y revisión de los miliarios de la Calzada de la Plata en la provincia de Salamanca”.

GILLANI, G., SANTONJA, M. y MACARRO, C (2007): “Los miliarios de la Vía de la Plata en la provincia de Salamanca” Arqueología en la Vía de la Plata. Ediciones de la Fundación Premysa, Béjar (Salamanca).

JIMÉNEZ GONZÁLEZ, M. C.; RUPIDERA GIRALDO, A. y SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, M. (2007); “Estudio Técnico; Reposición de los miliarios de la Vía de la Plata en la provincia de Salamanca”. Junta de Castilla y León. Inédito.

INVENTARIO ARQUEOLÓGICO de Castilla y León. Provincia de Salamanca. Término municipal de Guijuelo, localidad Guijuelo, nº de ficha: 37-156-0005-03.