La milla 136 se sitúa a la altura de la finca de la Colonia San Francisco, unos metros al norte de donde se encuentra la ermita de San Francisco, visible en el lado derecho de la vía, muy próxima al camino romano. En este tramo que discurre delante de la finca se ha conservado parte de las fábricas de la calzada, pudiendo verse una gran alcantarilla con cubierta de lajas de granito que atraviesa el camino de lado a lado dibujando una línea oblicua. Aquí el camino romano continúa discurriendo por el valle del río Cuerpo de Hombre, entre los límites de los términos municipales de Aldeacipreste, Béjar y Calzada de Béjar.

 

Esta columna miliaria, que según parece llevaba décadas desaparecida, fue localizada a raíz de las gestiones realizadas por los autores de este estudio con el casero de la finca, a finales del año 2007. Aunque todo parece apuntar a que se trata del miliario que señalaba la milla 136, resulta ya imposible determinar si es el mismo ejemplar descrito por Morán (1946), con numeral CXXXVI, o si, por el contrario, se trata de otra columna que carece de él, hecho que no podrá ser comprobado, ya que su prolongada permanencia en el cauce del río podría haber borrado cualquier rastro de epigrafía.

 

El miliario fue hallado por el casero de la finca a mediados de la pasada década en el interior de la propiedad. Según nos explicó, la columna, que debía de encontrarse en la finca desde hacía largo tiempo (su padre, el anterior casero, la llegó a ver), debió de rodar por la pendiente hasta el canal que la atraviesa y discurre paralelo al curso del río Cuerpo de Hombre, permaneciendo allí largo tiempo. Posteriormente, cuando se procedió a la limpieza de este canal, una pala excavadora extrajo toda la tierra y piedras que lo colmataban (entre ellas estaría la columna miliaria), depositándolas unos 300 metros aguas arriba del río, en el extremo septentrional de la finca, donde se construyó una pequeña presa de hormigón. Allí debió de quedar enterrado el miliario, permaneciendo así varios años, hasta que la corriente del río arrastró las arenas y piedras que lo sepultaban y lo puso parcialmente al descubierto hace unos años. Podía observarse encajado en la margen derecha del río, entre las rocas y arenas arrastradas por el curso de agua.

 

Parece, por tanto, que podría tratarse del miliario que no había vuelto a ser visto desde 1946, año en que lo cita Morán, afirmando que se encontraba en medio de la vía, pocos pasos antes del caserío de la finca. Posteriormente Roldán Hervás (1971) informa que no lo pudo localizar, apuntando la posibilidad de que hubiera sido trasladado para emplearlo en alguna cerca. Llevaba, por tanto, más de sesenta años desaparecido.

 

Coordenadas:

UTM: Huso 30 / 259.530,34 m / 4.474.956,94 m

Polares: 40º 23’ 25,88’’ N / 5º 49’ 59,35’’ W

 

 

 

 

 

La recuperación del miliario y el traslado e instalación en las calzada tuvo lugar el 9 de octubre de 2008, dentro de la primera fase de reposición, promovida por la Junta de Castilla y León, constituyéndose en la primer columna que volvía al camino romano tras la elaboración por parte de la Junta de Castilla y León de un estudio técnico para la recolocación de todos los miliarios de la Vía de la Plata a su paso por la provincia. De esta forma, se daba continuidad al proceso que arrancó en 1988, con la instalación del miliario situado a la entrada al puente de la Malena, unos tres kilómetros en dirección sur.

 

Para poder acceder  al lugar donde se encontraba la columna, en el cauce del río Cuerpo de Hombre, en las inmediaciones de una pequeña presa de hormigón, hubo de utilizarse una pala retroexcavadora, que se abrió paso por la orilla izquierda, tras retirar la espesa vegetación y abrirse un camino entre los rollos del cauce. Una vez se pudo llegar hasta el miliario, se excavó manualmente alrededor para liberarlo de las arenas y gravas fluviales, junto con rollos, por las que se encontraba parcialmente cubierto. Se le cinchó en ambos extremos con sendas eslingas y con ayuda del cazo de la pala se elevó, para colocarlo en las inmediaciones. Seguidamente se depositó sobre una gruesa manta y se envolvió en la misma. A continuación se le forró de tablones y se le cinchó fuertemente. Finalmente se cargó en el cazo de la máquina, siendo trasladado por el interior de la finca y por la calzada hasta el lugar de la milla 136.

 

Para su instalación junto a la calzada se había abierto previamente un hueco en el terreno, aproximadamente de 80 x 80, con base de cemento reforzada con hierros entrelazados, para soportar mejor el peso. La zona basal del miliario se protegió con un aislante para evitar el contacto con el cemento, colocándose verticalmente en el hoyo con la ayuda de la excavadora, que lo suspendió con eslingas. Se calzó con piedras en el hueco, se aplomó y se entibó con tablones. Acto seguido se procedió a rellenar el hueco restante con cemento.

 

De esta forma el miliario quedó instalado unos metros al norte del punto estimado donde debió de situarse la milla 136, a la izquierda de la vía, que asciende levemente en dirección norte, en las proximidades de la pequeña ermita de San Francisco, en una zona de ladera entre la carretera de Béjar a Montemayor del Río y la propia calzada romana. Aunque no se ha podido observar la epigrafía ni el numeral, quizá por haberse perdido como consecuencia de la erosión a la que ha estado sometido durante largos años, creemos que podría tratarse de la columna miliaria que cita la bibliografía con el numeral de esta milla, algo que al menos por el momento no podrá ser precisado, en tanto no apareciera otra columna con el citado numeral.

 

Se trata de un esbelto miliario de granito, probablemente completo, bastante más delgado de lo habitual para este tipo de piezas en esta zona del trazado, con dimensiones de 208 centímetros de altura, 38 centímetros de diámetro (medio) y perímetro de en torno a 110 centímetros. A destacar la ausencia de base prismática, constituyendo morfológicamente una columna.

No conserva o quizá no contó con epigrafía, si bien la erosión a la que ha estado sometida puede haberlo hecho desaparecer, como se dijo.

 

Morán, que afirma ver dos columnas en las inmediaciones de esta finca, aporta la siguiente lectura para el desaparecido miliario que señaló la milla 136.

 

 

IMP(ERATOR) CAESAR DIVI

NERVAE FILIVS NERVA

TRAIANVS AVGVSTVS

GERMANICVS PON

TIFEX MAXIMVS POTES

TATE CONSVL ITER

RESTITVIT

CXXXVI

 

(Morán, 1946)

 

Texto de la otra columna que cita:

 

D D/

ET. MAX/

MIAN/

SENIORI/

C T

 

(Morán, 1946)

GILLANI, G. (1995): “Revisión de los miliarios del tramo Caelionicco-Ad Lippos de la Vía XXIV del Itinerario de Antonio (Calzada de la Plata)”. Minerva 9.

GILLANI, G. Y SANTONJA, M. (2001): “Prospección y revisión de los miliarios de la Calzada de la Plata en la provincia de Salamanca”.

GILLANI, G., SANTONJA, M. y MACARRO, C (2007): “Los miliarios de la Vía de la Plata en la provincia de Salamanca” Arqueología en la Vía de la Plata. Ediciones de la Fundación Premysa, Béjar (Salamanca).

JIMÉNEZ GONZÁLEZ, M. C.; RUPIDERA GIRALDO, A. y SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, M. (2007); “Estudio Técnico; Reposición de los miliarios de la Vía de la Plata en la provincia de Salamanca”. Junta de Castilla y León. Inédito.

JIMÉNEZ GONZÁLEZ, M. C. (2010); “El miliario bejarano de la Colonia San Francisco”. Cámara Oficial de Comercio e Industria de Béjar.

MACARRO ALCALDE, C. Y SANTONJA GÓMEZ, M. (1993): “Los miliarios de la Calzada de la Plata en la provincia de Salamanca”. Asociación de Amigos del Museo de Salamanca.

MORÁN BARDÓN, C. (1946): “Reseña histórica artística de la provincia de Salamanca”. Acta Salmanticensia, I. Salamanca.

ROLDÁN HERVAS, J.M. (1971): “Iter ab Emerita Asturicam. El camino de la Plata “. Salamanca. (nº 77 y 80 inv.).