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V

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5.- Religión. Las Necrópolis

Los Vettones eran muy religiosos y su devoción estaba estrechamente relacionada con la naturaleza, adorando al sol, la luna y a los animales. En sus ritos funerarios, existen dos tipos de enterramientos:

La inhumación, o enterramiento en sepultura. Se enterraban en la tierra y se depositaban encima una o varias losas de piedra, denominadas túmulos o incluso estelas o coberturas de lajas que sirven de protección al enterramiento.

La incineración, consiste en la quema del difunto junto con algunos de sus efectos personales y ofrendas hasta que quedaba reducido a cenizas. La incineración se realizaba en un lugar diferente de donde se enterraban los restos, que se depositaban en vasijas de barro y se enterraban junto a ajuares y armas que determinaban la procedencia socio-económica de las personas que eran enterradas.

Tanto la incineración como la inhumación se realizaban en las necrópolis, que son lugares de enterramiento muy cercanos a los castros, pero ya fuera de ellos, y normalmente cercanos a corrientes de agua.

En las necrópolis la organización social se identificaba en la manera de disponer el espacio, dividido en función del linaje de los inhumados. Además, el ajuar es acorde también a la posición social que en vida tuvo el difunto.

En el extremo occidental del territorio, principalmente en las provincias de Zamora y Salamanca, la información sobre los sitios funerarios es prácticamente nula. Esto puede deberse a que existieron rituales funerarios diferentes que no dejaban huella arqueológica, como, por ejemplo.

Ritual de exposición de cadáveres: Se trata de un ritual en el que se exponía a los cadáveres a los agentes naturales y a los animales carroñeros o alimañas.

Ritual de deposición de los difuntos en el agua: En este ritual se colocaba al difunto acompañado de su ajuar dentro del agua junto con su ajuar y armas.

Los Lusitanos eran politeístas porque adoraban a varios dioses como a Endovélico, que representaba al sol y a la salud o Atégina, que era la diosa de la naturaleza. Practicaban cultos en altares tallados en las rocas, y realizaban sacrificios humanos y animales en honor a sus dioses.

Todos estos ritos eran realizados por la figura del sacerdote, que dirigía éstos rituales.