El agua en la Mata de Bussaco es vertebrador de los espacios naturales. La humedad generada en el lugar, condicionada por la altura de la sierra y la cercanía del Atlántico, se transforma en infinidad de pequeños arroyos y corrientes subterráneas que aportan el agua suficiente para mantener en un estado excepcional el bosque.

En la zona norte, cercana al palacio-hotel, una ruta conecta algunas fuentes como la del Carregal, la Fuente de San Silvestre, la de San Elías y la Fuente de Santa Teresa.

Pero donde mayor protagonismo adquiere es en la Fonte Fría. Allí cae en una sucesión de pequeñas cascadas que salvan el desnivel acompañando el ritmo de la escalinata doble, descargando en los dos lagos, los llamados Lago Pequeño y Lago Grande, rodeados por algunas de las especies arbóreas más espectaculares de la Mata, en un paisaje exótico y abrumador dominado por los helechos gigantes

Fuera ya de la cerca, el agua desciende hasta la localidad de Luso, conocida desde antiguo por la calidad y propiedades de sus aguas.