Convento de Santa Cruz:

Fue construido en 1630 por los carmelitas descalzos, quienes lo ocuparon hasta 1834. Son peculiares de su estilo la decoración con sencillos  mosaicos de las fachadas y el uso generalizado del corcho en estructuras, carpinterías y revestimientos. La iglesia mantiene la pureza del barroco en las diferentes capillas y altares.

 

Palacio-hotel:

Se proyectó en 1888 por Luigi Manini y se inauguró en 1907. El estilo lujoso y recargado se inspira en la Torre de Belén y en el claustro del Monasterio de los Jerónimos de Lisboa. La decoración escultórica y la azulejería sigue el estilo modernista inspirado en la naturaleza exuberante del entorno.

 

Jardim Novo y Valle de los Helechos:

Del jardín destacan los laberintos de seto de boj dibujando una rosa y parterres con plantas decorativas entre los que surgen fuentes y estanques, siguiendo la tradición barroca de los jardines palaciegos.

En el Valle de los Helechos, coetáneo al jardín, encontramos ejemplares de porte arbóreo.

 

Fonte Fría y escalinata:

Se trata de una espectacular cascada-escalera modernista de la misma época del jardín formal que salva un gran desnivel, a la vez que encauza uno de los numerosos arroyos que hay en el entorno.

 

Arboreto y Adernal:

El arboreto mezcla especies autóctonas con otras introducidas por los carmelitas, entre las que destaca el conocido como cedro de Bussaco, mientras que el Adernal es una reliquia excepcionalde bosque primitivo.

 

Via Crucis:

Trazado en el XVII, surge desde las inmediaciones del hotel-palacio hasta la Cruz Alta en el Adernal recorriendo caminos serpenteantes y escalonados de más de tres kilómetros entre una vegetación exuberante, ermitas, capillas y miradores. Por el camino también nos encontramos con alguno de los acceso originales, como la Puerta de Coimbra, donde están grabadas las  dos bulas papales que so pena de excomunión en una se prohíbe el acceso a las mujeres y en la otra se prohíbe la tala o recogida de leña.