| FRUTOS MADRAZO, Pablo de Departamento de Economía Aplicada. E.U. de Estudios Empresariales de Soria. Universidad de Valladolid. RESUMEN Las figuras legislativas relativas a la protección del territorio son muy variadas y no exentas de polémica. Variadas, ya que son diversos los niveles de la administración con capacidad para declarar como tal un espacio protegido. Polémicas, en el sentido de que la declaración de un espacio como protegido, a través de alguna de esas figuras, trae como consecuencia restricciones más o menos importantes a la actividad humana, y sobre todo a la actividad económica, en función del grado de protección otorgado. Estas restricciones, que en muchos casos pueden alcanzar el grado de prohibiciones, se plasman en el instrumento de gestión por excelencia de estos espacios: el "Plan de Ordenación de los Recursos Naturales" (PORN) La principal fuente de conflictos emana de los problemas de compatibilidad existentes entre los que podríamos denominar "Valores Comerciales" y "Valores Ambientales" del espacio natural. Los municipios afectados, total o parcialmente, por la declaración, a pesar de participar activamente en su gestión, perciben esa protección como un elemento regresivo y disuasorio de la actividad económica, ya que muchas actuaciones de la iniciativa privada encaminadas a incrementar los valores comerciales, inciden de forma negativa en los valores ambientales. Y estos son, precisamente, aquellos que deben ser garantizados, y a ser posible incrementados en la gestión del espacio natural. Su justificación proviene del hecho de que el medio ambiente provee a los individuos tanto de “valores de uso” como de “valores de no uso”, de los cuales los vecinos de los municipios afectados solamente pueden apropiarse de una parte de los primeros a través de actividades de explotación de los recursos naturales, siendo otros usuarios los que se verán beneficiados del espacio natural, tanto de forma directa a través de su uso de forma recreativa, como indirecta a través de valores como el de opción, de existencia, de legado, etc. Por lo tanto, podríamos afirmar que el Espacio Natural posee un VALOR ECONÓMICO TOTAL, suma de los valores comerciales y ambientales. El objetivo será, por lo tanto, desarrollar y aplicar la metodología necesaria para poder calcular el valor económico total de una determinada zona, proporcionando así una guía a los gestores del medio ambiente a la hora de tomar decisiones sobre este tipo de espacios. 7o Congreso (Soria, 2000), Desarrollo Rural III Comunicaciones 2, páginas 1113-1129 [ver documento] (tamaño: 544 KB) |