| MARTÍNEZ ARGÜELLES, Santiago R.; RUBIERA MOROLLÓN, Fernando; VICENTE CUERVO, María R. Dpto. Economía Aplicada. Universidad de Oviedo RESUMEN Las primeras políticas de desarrollo regional (años 50-60) apenas prestaban atención a las actividades terciarias al considerar a los servicios como un sector residual, con escasa capacidad para incrementar su productividad y un marcado carácter inflacionista. En los años 70 este enfoque empieza a ser sustituido por nuevas formas de hacer política regional más atentas al sector servicios y a las pequeñas y medianas empresas sobre todo al valorar la gran capacidad de ambos en la creación empleo. Gran Bretaña e Italia son países pioneros en la articulación de nuevas medidas de estimulación del terciario y apoyo a las pymes. Los años 80 es la década en la que se descubre la importancia de ciertas actividades terciarias tales como los servicios a empresas. Estos suman a su valor directo en términos de empleo y producción su valor estratégico por cuanto que son actividades básicas para el atractivo y desarrollo de un territorio. En la actualidad, la búsqueda de flexibilidad por parte de las empresas, la revolución que están suponiendo las nuevas tecnologías de la información, la creciente complejidad de las economías y la internacionalización, entre otros elementos, hacen que ciertos servicios a empresas constituyan actividades fundamentales para la competitividad y eficiencia de las empresas de cualquier territorio. La política regional está ante un nuevo cambio y la mayor parte de las regiones han intensificado sus paquetes de ayudas a este sector existiendo casos en los que se han propuesto novedosas acciones. En este trabajo se realiza una revisión de las más relevantes iniciativas españolas y europeas con una valoración de los efectos que las mismas han tenido sobre el desarrollo regional. 7o Congreso (Soria, 2000), La Política Regional I Comunicaciones 1, páginas 445-466 [ver documento] (tamaño: 450 KB) |