| | IGLESIAS MADRIGAL, María de los Ángeles
Profesora asociada. Departamento de Economía Aplicada. Universidad de Valladolid
 RESUMEN
Si retrocedemos unos pocos años en el tiempo, podremos darnos cuenta de la rapidez en que está evolucionando el mundo actual. La antigua sociedad industrial, basada en la producción y fabricación de bienes y mercancías, ha dado paso a una sociedad de servicios. La producción industrial afecta cada vez menos a las economías nacionales, mientras que son los servicios (básicamente financieros, de administración, educación y sanidad), los que van a determinar el bienestar de la sociedad.
Entre ellos, tienen gran importancia los servicios destinados a la comunicación. O más concretamente. En la actualidad, no podemos hacer referencia a la mera o simple comunicación entre individuos, sino, más bien a la telecomunicación. Las necesidades cada vez mayores de rápidos contactos e intercambios de información entre países y mercados, debido a la apertura de fronteras e internacionalización de la economía, pueden ser satisfechas gracias a la comunicación a distancia. La limitación que suponía el alejamiento geográfico de las naciones, podrá por fin ser superado. Las telecomunicaciones juegan así, un papel esencial en la nueva sociedad de servicios, no sólo sobre el plano económico (ya que se han convertido en un importante factor de producción), sino también sobre el plano social y político (modificando los comportamientos del trabajo y los modos de vida; adquiriendo cada vez en mayor medida, un carácter estratégico).
 3er Congreso (Segovia, 1992), Análisis Económicos Sectoriales: Servicios II
Comunicaciones 1, páginas 379-391
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