El trabajo del yeso, material imperante en la obra de los hermanos Corral de Villalpando, no contempla demasiadas posibilidades en su uso y técnica. Lo que a priori se antojaba como un material pobre, se convirtió en mano de estos maestros en pura fantasía, derroche imaginativo y perfección técnica.

Un vistazo rápido sobre su producción permite concluir que usaban indistintamente tanto el molde como la talla directa sobre el yeso, todo ello iluminado con una característica e inconfundible policromía, en lo que predominaban los dorados y las tonalidades azules y rojizas. Placas, plafones, nervios, medallones, cresterías, claves, pinjantes…, se adherían a la superficie del muro o de las bóvedas de diversas maneras, en algunos casos hemos reconocido vástagos,  anclajes y argollas metálicas, en otros cuerdas de estopa o cáñamo, pero también almas y soportes lígneos.