El Palacio Episcopal de Astorga, o Palacio Gaudí, en la ciudad de Astorga (León), está situado dentro de su recinto amurallado romano, junto a la Catedral, dentro del conjunto declarado de la ciudad de Astorga, en una zona monumental consolidada.

Se trata de un magnífico ejemplo de la Arquitectura de Antonio Gaudí fuera de Cataluña con una gran proyección tanto a nivel nacional como internacional.

Inmueble declarado «monumento histórico-artístico» con «carácter nacional» en 1969.

En cuanto a su uso, este es turístico. Actualmente, tras la puesta en marcha del proyecto cultural «El palacio escondido», se pueden visitar la totalidad de espacios del inmueble, lo que le convierte en la única obra del arquitecto catalán que puede ser visitada en su integridad.

Como novedad, se pueden recorrer la cubierta, las terrazas, el foso, y los torreones. Debido a este uso turístico, este edificio histórico recibe una gran afluencia de visitantes tanto nacionales como internacionales a lo largo de todo el año. La media anual de visitas se sitúa, según los datos aportados por el director del palacio, en torno a las 86.000 personas.

Uno de los elementos fundamentales a tener en cuenta en el estudio y valoración energética del edificio, es el conocimiento de las características constructivas del mismo. En el caso del Palacio Episcopal de Astorga, sus instalaciones originales han sido objeto de sucesivas reformas a lo largo de los años a fin de mejorar sus condiciones iniciales, partiendo siempre de la premisa de que los cerramientos originales no pueden ser modificados.

En cuanto al gasto energético, este se concentra en el consumo eléctrico debido a la iluminación y la climatización del edificio. La iluminación ha sido recientemente modernizada por lo que la mayor parte de las luminarias son de tipo LED, lo que mejora considerablemente su eficiencia, disponiendo en algunos puntos iluminación mediante halógenos. Por su parte la climatización se resuelve mediante suelo radiante eléctrico en la segunda planta.

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