Castillo de la Mota. Medina del Campo (Valladolid)
El castillo reúne varias características que hacen de él un ejemplo idóneo de monumento para el desarrollo del proyecto. Ha sido elegido como representante de una tipología de castillo complejo, de grandes dimensiones alejado del casco histórico y situado en un altozano. También contribuye a su elección, el tratarse de un edificio de referencia internacional en el ámbito de las fortalezas renacentistas, prototípica de otros ejemplos europeos.
Inmueble declarado Monumento Nacional en 1904, se encuentra bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y de la Ley sobre patrimonio Histórico español, gozando de la consideración de Bien de Interés Cultural.
En cuanto a su uso, ha sido variado a lo largo de los años. En la democracia pasa a manos de la Junta de Castilla y León, que la utiliza como residencia de funcionarios en formación. La torre y otras salas destacadas del edificio están abiertas a la visita turística todo el año, coordinando esta función desde el centro de recepción ubicado en la explanada frente al castillo.
Como resultado de la confluencia de estos usos, se pueden distinguir tres tipos de usuarios: los funcionarios alojados temporalmente para seguimiento de cursos de formación a lo largo de todo el año; trabajadores de administración y servicio; y personas en general que visitan las dependencias visitables del castillo. La afluencia de estos últimos está garantizada ya que la localidad tiene un gran atractivo turístico por su historia, tamaño, buena comunicación y riqueza patrimonial.
Este edificio plantea unos retos especiales, ya que obliga a enfrentarse al acondicionamiento de un edificio residencial de traza, estructura y materiales actuales aunque obsoletos. Sus espacios se organizan en torno al patio interior, estando incrustados entre gruesos muros con apenas aberturas al exterior.
Entre sus características constructivas cabe destacar que posee unas instalaciones semi-reformadas respecto de las originales de 1941, así como unos cerramientos mejorables en múltiples aspectos, ya que se observa, entre otros, la presencia de cristales de metacrilato en ventanas de espacios climatizados, altas infiltraciones,…
Respecto al consumo energético diferenciar entre el consumo eléctrico, resultado de los requerimientos de iluminación tanto del interior (Led y fluorescente) como del exterior y de los equipos de cocina y lavandería; el consumo de gasóleo efectuado por las dos calderas que se ocupan de la climatización y abastecimiento de ACS; y por último, el consumo de carbón de la antigua cocina para la elaboración de comidas.